Drew McIntyre: “Más vale que esté en Barcelona... Si no, forzaré para ir”
El luchador escocés de la WWE atiende a AS a una semana del Royal Rumble, donde luchará por una oportunidad para competir por un título mundial en Wrestlemania.
![Fuente: Instagram (drewmcintyrewwe)](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/EDQBXMHSUBDYTEIWCIK6FLR6QI.png?auth=203111bb71a3cbadff7bf2da33f18f99fabed04faf9651dcc0deaa4a422f405e&width=360&height=203&smart=true)
Uno de los nombres propios del año pasado en la WWE fue el de Drew McIntyre (Ayr, Escocia; 39 años) que atiende a AS desde Estados Unidos. El escocés tuvo una rivalidad histórica con CM Punk durante la mayor parte del año y cuando el de Chicago estuvo apartado por una rotura de tríceps, McIntyre aprovechó para ganar el campeonato del mundo de los pesos pesados.
Unos meses después, ya en 2025, vuelve a tener como objetivo reinar sobre los demás, sea en RAW o SmackDown. Ambos programas llegarán a Europa en el mes de marzo con la marca azul parando en el Palau Olimpic de Badalona el próximo día 14 de ese mes. Por primera vez, la WWE emitirá en directo un programa desde España y McIntyre no se lo quiere perder.
El Camino a Wrestlemania llega por primera vez a Europa en el próximo mes de marzo. Como escocés, ¿qué le parece la noticia?
Es increíble lo lejos que ha llegado la empresa desde que debuté. Llegué en 2007 y solo la he visto evolucionar. Primero ha sido llegar a Netflix, la mayor plataforma de suscripción del mundo, y ahora tenemos muchísimas veladas fuera de Estados Unidos y Canadá. Antes solo se hacían grandes eventos fuera, pero ahora son también eventos semanales televisados que nos llevan a Wrestlemania. Son los RAW y SmackDown más importantes del año y es increíble que vengan al lado del mundo del que soy.
Una de esas paradas es en Barcelona el 14 de marzo...
He ido tantas veces a Barcelona... Los aficionados españoles y específicamente en Barcelona son increíbles. Los españoles son inteligentes. Entiende que Drew es el bueno de la historia. En América son tontos, no siguen la historia. Me suelen decir ‘¿qué has hecho últimamente por mí?’. Los españoles entienden que he sido el bueno siempre.
¿Va a ir al Olimpic?
Más vale si no, forzaré para estar. Amo Barcelona. Tengo una fotografía con mi hermano de cuando hice el tour del Camp Nou. Él tenía 12 años y yo, 13. Ya he visto lo increíbles que son los aficionados en Escocia y Gales, en España será igual.
Algunos aficionados ya están preparando cánticos para usted y las demás superestrellas.
Me encanta oír eso. Ojalá lo traten como un partido de fútbol o de baloncesto. Eso es lo que les vuela la cabeza a los aficionados estadounidenses. Los públicos en los deportes americanos son correctos, animan un poco, pero los seguidores de fútbol europeo lo son de verdad. Son muchísimo mejores. No puedo esperar para verlos de camino a Wrestlemania.
Otro lugar que es conocido por tener aficionados bastante vocales es Chicago. ¿Qué pensó cuando vio que CM Punk estaba de vuelta después de casi 10 años?
Me fui del edificio. No estaba muy feliz, pero sí soy profesional y soy un chico bueno. Si hubiese sido al revés, estoy seguro de que de Punk hubiera creado una escena porque no es profesional, no piensa en los aficionados ni en la empresa. Yo me fui porque eso es lo que hace un hombre. Los agentes de seguridad tuvieron que aguantar la rabieta de Seth Rollins, pero conmigo no serían capaces.
¿Qué hubiese pasado si usted hubiera estado en el lugar de Rollins?
Le hubiese pegado un puñetazo en su cara de imbécil. Al final esperé un poco más, hasta el Royal Rumble del año pasado. Ahí sí pude hacerle daño dentro del cuadrilátero y le rompí el tríceps. Le quité su Wrestlemania, así que se fastidie.
Más adelante en el año, volvió a luchar con Punk y, por mucho odio que exista, sus combates fueron de los mejores del año según la crítica.
Sí, teníamos que hacerlo. Punk entró pensando que yo era el mismo niño que cuando él se fue. Cuando nos encontramos en el ring micrófono en mano se dio cuenta bastante rápido que eso ya no era así. Lo destrocé justo en el aspecto por el que es conocido. Se vio obligado a sacar al antiguo CM Punk, no su versión despreocupada de los últimos meses, para poder mantenerse a mi nivel.
Eso ocurrió en Bad Blood, ¿no?
Ahí elevó su nivel y también me obligó a mí a mejorar. También a nivel físico. Yo siempre le iba a destrozar, pero él es habilidoso y tuvo algunos movimientos que demostraron que el odio es real y los aficionados se dieron cuenta. Los enemigos a veces crean juntos momentos mágicos y nuestro último combate pasará a la historia, no por lo que he leído, pero por lo que siento, como uno de los mejores de siempre. Aunque no lo perdí porque él fuera mejor, sino por la pérdida de sangre.
En medio de su rivalidad con Punk apareció Seth Rollins. Se enfrentaron en Wrestlemania y usted ganó el campeonato mundial. ¿Cuánto significó para usted ese momento?
Fue uno de los momentos más especiales de mi vida, no solo de mi carrera. No fue un combate clásico con unos cuantos movimientos y cuentas fallidas, como el del pasado RAW. En aquel momento estábamos muy cabreados el uno con el otro y nos dimos nuestros mejores golpes hasta que uno no pudo levantarse. Levanté el título con los aficionados de Filadelfia. También pudo abrazar a mi mujer y a mi hermano, que estaban en la primera fila. Los aficionados cantaban que yo me lo merecía, pero yo me lo he ganado. Y luego todo se fue al infierno porque Punk es un pedazo de mierda.
No parece que odie tanto a Rollins como a Punk.
No somos rivales personales, como con Punk, sino más a nivel profesional. Aunque le dije el lunes que deberíamos estar de acuerdo, que es un tonto egoísta, pero los dos reconocemos el respeto que tenemos el uno por el otro.
Hablaba del momento que levantó el título de campeón. Hace cinco años, por la pandemia, no tuvo la oportunidad de celebrar su victoria en Wrestlemania con los aficionados. ¿Qué diferencia hubo entre esos instantes?
La gente puede bromear por el canjeo de Damian Priest todo lo que quieran. Los cinco minutos que estuve con el título fueron increíbles. Además, son un logro mucho mayor de lo que van a conseguir el 99,9% de los luchadores en su carrera. Esos 5 minutos y 46 segundos lo fueron todo. En 2020 también conseguí el título mundial, aunque no en circunstancias ideales, pero he disfrutado de muchas situaciones que le gustaría tener a la gente.
En una semana es el Royal Rumble, un evento donde siempre aparecen luchadores que nadie espera, ¿hay alguna sorpresa que le hiciese especial ilusión?
No me importa, yo solo quiero ganar. Todavía quiero ponerle las manos encima a Punk, el año pasado le rompí el triceps, este año iré directo a por los huesos. Le pisaré en la rodilla hasta que le rompa la pierna para que no pueda volver a luchar. Eso sería divertido.
Pero una sorpresa que otra siempre es divertida...
Hay tantos grandes nombres anunciados. Roman Reigns, John Cena... Me gustaría ser el que evite que gane el campeonato mundial número 17. Nunca hemos tenido un combate individual. A lo mejor me ha estado evitando. Si quieres una sorpresa. Wade Barrett [actual comentarista y antiguo luchador], ya que el internet siempre pide que eso pase. Sé que Wade no quiere volver a luchar, sobre todo contra mí, así que elijo a Papa Shango, que Barrett siempre ha querido que vuelva.
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