Douglass revienta Halloween
La estadounidense pulveriza su propio récord del mundo en 200 braza, que había logrado una semana antes, y minutos después gana el 100 estilos. Marchand, récord de Europa.
Era uno de los récords más longevos. Uno de los que se conservaba imbatido desde la época de los bañadores mágicos. Hasta el pasado jueves, 24 de octubre, llevaba la estadounidense Rebecca Soni casi 15 años, desde el 18 de diciembre de 2009, como dueña absoluta del récord del mundo de 200 metros braza en piscina corta, con un tiempo de 2:14.57. Y, sin embargo, su compatriota Kate Douglass, matemática de profesión y ahora reina en sus ratos libres, se ha encargado de destrozarlo no una sino dos veces en tan solo una semana. La última, con una marca estratosférica, impensable, este jueves en la etapa final de la Copa del Mundo en Singapur.
En una sesión de finales profundamente marcada por la festividad de Halloween, en la que Siobhan Haughey apareció disfrazada de panda, Regan Smith con un tocado y Thomas Ceccon, oculto tras una calavera a modo de máscara, prácticamente en un segundo y medio superó su propio récord mundial Douglass. Ahora sitúa en 2:12.72 el mejor registro de todos los tiempos que había establecido siete días antes en Incheon (Corea del Sur) con 2:14.16.
Un incontestable dominio que la situó más de seis segundos por delante de su inmediata perseguidora, la bielorrusa que compite como neutral Alina Zmushka. Todo a su favor para el Mundial de piscina corta que se celebrará en diciembre en Budapest (Hungría).
“Supongo que no estaba preparada para la Copa del Mundo”, reconocía Douglass nada más terminar la carrera y de pulverizar su propia plusmarca, “pero creo que después del récord mundial inesperado de la semana pasada, llegué aquí creyéndome que aún tenía más potencial”. Y así fue. Tanto, que al récord añadió la corona (de ahí lo de reina) como ganadora de esta distancia en la Copa del Mundo, a la que apenas unos minutos después añadió también la del 100 estilos.
En esa misma prueba, pero en categoría masculina, no se repitió la victoria ‘ex aequo’ de Léon Marchand y Noe Ponti que se había producido en Incheon, sino que esta vez el francés se proclamó campeón y se ganó igualmente su corona de la Copa del Mundo. Con 49.92, batió además el récord de esta competición y el récord de Europa.
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