FÚTBOL SALA | MUNDIAL | D. MANICKUM
De enfrentarse a Benzema a jugar contra España... ¡de fútbol sala!: “Me preguntan qué es más difícil”
Dylan Manickum es el capitán de Nueva Zelanda, que debuta en un Mundial de fútbol sala, disciplina que compagina con fútbol 11. Jugador del Auckland City, estuvo en el Mundial de clubes.
Nueva Zelanda es debutante en el Mundial de fútbol sala de Uzbekistán, lo que significa un hito histórico en este deporte en el país oceánico. Pero su capitán, Dylan Manickum, sabe ya lo que es jugar un torneo de la FIFA, aunque no en el mismo deporte. Y es que este neozelandés, más que un sueño, lleva dos hacia adelante: juega en el Auckland City de fútbol sala y de fútbol. De hecho, fue titular en el pasado Mundial de clubes cuando el equipo neozelandés que entrena el español Albert Riera Vidal se midió con el Al Ittihad de Benzema en un torneo que se llevó el Manchester City.
Manickum, que además de su ajetreada vida deportiva también es ingeniero, es un ala habilidoso en la pista y un incisivo extremo en el césped. “Me han preguntado en muchas ocasiones qué es más difícil, si el fútbol o el fútbol sala”, comenta a AS en las entrañas del Andiján Universal Complex de Uzbekistán, después de lograr uno de sus grandes objetivos, debutar en un Mundial de fútbol sala con los All Whites, como se conoce a la Selección neozelandesa. Un equipo que está encuadrado en el grupo de España, su próximo rival (miércoles, 17:00, Teledeporte).
“Está claro que en fútbol y futsal, la esencia de jugar con los pies es la misma. Hay pases, uno contra uno... pero dentro de una táctica que hace que la forma de jugar no tenga nada que ver. Son dos deportes totalmente diferentes”, explica Manickum. Y en su análisis reconoce que el fútbol sala es “mucho más rápido”: “Es un ritmo altísimo, en un ataque, si pierdes un balón, a los dos segundos tienes un contragolpe y te pueden marcar a ti. Por eso es tan emocionante. El fútbol tiene otro ritmo, más lento, va de ir superando jugadores y líneas, pero eso también hace que marcar un gol sea muy especial”.
Dylan, aficionado desde pequeño al Liverpool, no duda en ver como un “honor” el haberse enfrentado a Benzema, Kanté, Fabinho... Pero también valora muchísimo lo que ha logrado en fútbol sala, que su país esté representado junto a las mejores selecciones del mundo: “Estamos en nuestro primer Mundial, ha sido un enorme trabajo del fútbol sala neozelandés llegar hasta aquí”. Y es que él, que compagina los entrenamientos de fútbol con los de fútbol sala y necesita permisos de su club para acudir con los All Whites, sabe mejor que nadie el trabajo que ha costado llegar a un Mundial desde un país sin demasiada tradición.
Por eso quedó un poco decepcionado tras un debut en el que tuvieron opciones, pero perdieron 1-3 contra la Libia del español Ricardo Íñiguez. “Si hubiéramos marcado antes que ellos... pero hicimos un buen partido, atacamos y tuvimos posesión”. Ahora le quedan los dos rivales más duros, España y Kazajistán: “Estamos aquí y estamos ansiosos por jugar y participar. En nuestro primer partido hemos conseguido ser competitivos. Esperábamos haber podido ganar ese primer partido, pero así es el fútbol sala”.
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