Pineda se destapa con una plata

Había un tapado y ese era David José Pineda (Azúa, República Dominicana, 1998). El atleta dio la campanada con una plata inesperada. Voló y sólo quedó por detrás del colombiano Jhon Sebastián Obando, con una marca de 48.24 en los 400 metros T20. Toda una sorpresa para contrarrestar la quinta posición de Adi Iglesias en los 100 metros. Este debutante ha empezado de la mejor manera posible y ha situado definitivamente su nombre en el mapa del atletismo paralímpico.

Nació en República Dominicana, en un barrio humilde, pero lleva viviendo en Soria desde 2010. Su madre había encontrado un trabajo en una fábrica de piezas de automóvil. Cuando tenía 12 años descubrió que tenía una discapacidad intelectual, pero lo quiso ocultar. Sentía vergüenza. Quería pasar desapercibido. Algo que desde hoy no podrá hacer, puesto que todos los focos apuntan a él. Empezó haciendo 400 metros vallas y se colgó el bronce en el Europeo Sub-20 de 2017 en Grosseto. Su marca (50.41) fue de récord. No se batía desde 1976. Las lesiones le fueron lastrando y fue en la televisión de un bar donde vio su futuro. Se le apareció de repente. Era una competición paralímpica y se decidió a probar.

Así, sin miedo a perder, empezó a ganar. Se especializó en los 400 metros lisos y, desde entonces, ha irrumpido en numerosas competiciones nacionales e internacionales. Sin ir más lejos, este 2024 se coronó como el vencedor del Campeonato de España de Atletismo en Valencia y también ganó el Grand Prix de París. Ha pasado el tren para él y esta vez se ha subido. Suya ha sido la medalla número 25 de España. Ya orgulloso de ser distinto y volar.