UFC 291 | TONY FERGUSON
Tony ‘Cucuy’ Ferguson y el descenso a los infiernos: “Llamamos al 112. Decía que había alguien dentro de sus paredes”
La leyenda de la UFC, Tony Ferguson, vive desde hace años un declive deportivo y personal, lleno de episodios paranoides y un cúmulo de derrotas que parecen fruto de las secuelas de un deporte tan extremo como las MMA.
La carrera de Tony Ferguson pedía otro final. Tras mostrar uno de los mejores niveles competitivos dentro de las MMA que lo empujaron a conseguir 12 victorias de forma consecutiva dentro de UFC, El californiano de ascendencia mexicana ha perdido toda razón para seguir subiendo a un octógono al que se aferra con todo lo que le queda.
Masacrado por Gaethje, fulminado por Chandler, dominado por Nate Diaz y sentenciado por Bobby Green. Así ha sido la caída libre de un peleador querido como nadie y comprendido por muy pocos, que ha devuelto con creces cada gesto de cariño de todos los fans que lo vieron en acción alguna vez.
La imagen del declive deportivo fruto del paso del tiempo y el daño físico, de esa gran leyenda que lucha de forma inútil contra una lógica que le dice “basta”, ha generado en todos los fans de las Artes Marciales Mixtas un sentimiento de complicidad y de tristeza que se ha transformado en una frase viral entre los seguidores de Ferguson: “Espero que ganes la guerra de la que no hablas con nadie”.
Pero Ferguson se niega a decir adiós: “ganaré 5 peleas seguidas y luego iré por el campeonato”, decía el californiano días antes de ser sometido por Bobby Green en la que supone su sexta derrota consecutiva (todas ellas justo después de la pandemia).
Secuelas de una carrera violenta
Estrambótico a niveles extremos como demuestran sus peculiares entrenamientos, Ferguson suma a su ‘locura innata’ el grave daño sufrido por el cúmulo de golpes y los violentos KOs que el luchador ha ido recibiendo a lo largo de sus 15 años de carrera profesional. Tristemente, ha sido protagonista de una infinidad de episodios psicóticos en los que perdía toda percepción , llegando a vivir escenas de lo más preocupantes.
“Tony no había dormido en tres días y estaba destruyendo la casa. Destruyó la chimenea y pensaba que alguien le había puesto un chip en la pierna”, dijo una denunciante anónima a raíz de que la esposa del luchador abandonase el hogar junto al hijo de la pareja.
“Tony estaba diciendo había alguien dentro de sus paredes”, reportó otro vecino del ‘Cucuy’ al 112. Casi dos horas después, la esposa de Tony le dijo a la policía que el entrenador de su esposo no lograba sacarlo de casa para ir al doctor.
Cristina Ferguson, esposa de Tony, ha asegurado que el peleador nunca se ha mostrado agresivo contra ella ni ninguna otra persona cercana. Sus constantes episodios de esquizofrenia paranoide (condición diagnosticada a raíz de dichos sucesos) son un peligro para el propio Tony y además, suponen episodios traumáticos para todo su entorno, según ha afirmado la familia.
Durante el año 2018, la policía del estado de California contabilizó más de 6 actuaciones en relación a llamadas en las que se notificaba algún acto que denotaba la necesidad de una intervención en los que Tony Ferguson no estaba solo implicado, sino que era el protagonista.
La pelea maldita
Durante mucho tiempo, gran parte de los aficionados a las MMA aseguraban con cierto sentido que nadie jamás podría derrotar a Khabib Nurmagomedov, y de hecho así se demostró. Sin embargo, en aquel momento, un puñado de optimistas respondían en aquel momento (el mejor del daguestaní) invocando el nombre del ‘Cucuy’.
Su estilo incómodo y su capacidad creativa hacían que Tony Ferguson fuese de lejos, el rival más incómodo en aquel momento para un Khabib que estaba dominando con ‘puño de hierro’ en el Peso Ligero. Finalmente y tras un total de 5 cancelaciones, una de las peleas más esperadas en la historia de UFC jamás se pudo realizar, dejando el aire si Ferguson podría haber alterado el curso natural de un deporte que le debe demasiado.