CP Vila-sana, el supercampeón que nació de una extraescolar
Como un entretenimiento para la infancia, en un pueblo de 570 habitantes, surgió en 2003 por casualidad el actual subcampeón de Europa y al fin ganador de su primer título: la Supercopa de España.
Con un igualado 3-3 en el tiempo reglamentario y una ajustada victoria en la tanda de penaltis por 2-1 ante el Generali HC Palau de Plegamans, en el Pabellón del Sotet de Fraga (Huesca), logró este domingo el Club Patí Vila-sana Cooperativa D’Ivars el primer título absoluto de su historia. De sus dos décadas de historia, para ser exactos, desde que la entidad naciera en 2003 como una extraescolar del único colegio en un pueblo que contaba entonces con 570 habitantes. Un auténtico sueño hecho realidad.
Ha crecido en este tiempo la población situada en Lleida hasta las 766 personas censadas en 2023, de las cuales 380 son mujeres. Y, de ellas, unas cuantas conforman un equipo que no es por casualidad el nuevo campeón de la Supercopa de España de hockey patines. Su presidente, Ramon Porta, lo era de la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) cuando hace 21 años, y en vista de que los niños y niñas tenían que trasladarse hasta la localidad de Mollerussa para practicar cualquier deporte o actividad, decidieron montar una extraescolar en el pueblo.
“Contactaron con clubes de fútbol, de baloncesto… Pero la que más facilidades dio fue una asociación de patinaje”, relataba a AS hace unos meses la campeona mundial y europea con la Selección española Victòria Porta, hija de Ramon y hermana de la capitana, Maria. Y, sí, también son familia del popular periodista y escritor Carles Porta, creador del exitoso programa ‘Crims’ (Crímenes), e igualmente originario de un municipio que no existía hasta 1935: es el hermano del presidente y tío de las jugadoras.
El caso es que, de vuelta a 2003, la asociación “cedió cuatro patines, y a partir de ahí nos empezamos a apuntar niñas y niños, montamos un equipillo y poco a poco fue creciendo… Y hasta hoy”, como apuntaba Victòria. Así que ya se podía considerar toda una hazaña su ascenso de 2017 a la OK Liga.
Pero es que ya en la primavera de 2023 hicieron historia, al convertirse en el primer equipo de Lleida que alcanzaba, en cualquier deporte, una final de la Copa de Europa; y en el pueblo más pequeño en lograrlo en hockey patines. Cayeron ante el Telecable Gijón. Pero, lo que en cualquier otro caso hubiera sido el fin del cuento, en el Vila-sana supuso solo el principio. Un año después, el pasado mayo, volvieron a la final. Y, aunque la perdieron esta vez frente al Esneca Fraga, ya habían sembrado.
Porque llegar ya era todo un exitazo y la ilusión le puede a la frustración. Lo mismo ha sucedido con la Supercopa de España. Tras perder en la final de 2023, ante el propio Gijón, este pasado fin de semana se tomaron la revancha eliminándolo en las semifinales para plantarse en la final y derrotar al Palau de Laura Vicente, Anna Casarramona, Aina Florenza o Mariona Colomer.
Y, al fin, con el primer título de su historia en las manos, se desataron las lágrimas entre las jugadoras, el entrenador, Lluís Rodero, la directiva y la afición, que no deja de ser parte del club. Ese que nació de una extraescolar.
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