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VELA | COPA DEL REY MAPFRE

‘Corsario’ sufre un ataque de orcas en su camino hacia la Copa del Rey MAPFRE

El First 50 DK de Jorge Durán sufrió la pasada noche un ataque a la altura de Barbate. La tripulación está a salvo. Esperan poder reparar el palo del timón dañado y continuar hacia Palma la próxima semana. “El susto fue enorme”, dijo Durán a AS.

‘Corsario’ sufre un ataque de orcas en su camino hacia la Copa del Rey MAPFRE

Nuevo ataque de orcas a un barco en España. A falta de 17 días para el inicio de la 41ª Copa del Rey MAPFRE, uno de los inscritos en la clase Majorica ORC1, el First 50 DK ‘Corsario’ (C.Y. De Vilagarcía) de Jorge Durán sufrió la pasada noche, en medio de un fuerte temporal del Levante, un ataque de orcas a la altura de Barbate (Cádiz) en su transporte hacia la Copa del Rey MAPFRE. La tripulación, que se llevó un “susto enorme”, está a salvo y sin daños personales. Actualmente, el barco permanece en Barbate, siendo inspeccionado. Tiene dañado el palo del timón y esperan no tener más daños estructurales ni internos. En los próximos días esperan tener lista las reparaciones y poner rumbo de nuevo, la próxima semana, hacia el Real Club Náutico de Palma.

Jorge Durán, patrón del ‘Corsario’, charló con AS tras el incidente y explicó que “estamos todos bien, que es lo que me preocupa. El barco parece que no tiene vía de agua, ni riesgo de ir al fondo. Los daños parecen ser estructurales y a falta de seguir viendo cómo está todo, solo tendríamos dañado el palo del timón. A ver si internamente no hay ninguna grieta y podemos tener listas las reparaciones cuanto antes. Vamos a intentar estar en Palma, pero no lo sabemos aún porque está todo el mundo a tope. Por nuestra parte no va a ser. Incluso estoy valorando ir a Portugal para ver si se puede agilizar el tema de las reparaciones”. El ataque de orca fue un gran susto y es que “con el primer golpe, las orcas nos levantaron el barco. Pensé que había tocado una piedra, pero para nada. Vimos cuatro bichos rodeando la popa y uno mordiendo el palo del timón. Esto es un problema grave, a ver si lo atajan rápido porque sino la gente no va a salir en barco. Cuatro orcas estuvieron con nosotros y después pasó otro barco y se fueron corriendo hacia él, le metieron dos mordiscos brutales, fue increíble”, apostilló.

Las interacciones con las orcas van cada vez a más y no solo se viven cerca de Barbate, también en las costas gallegas. Fue en mayo de 2020 cuando se tuvo constancia del primer ataque, y desde entonces todo ha ido a más. Sin ir más lejos, en el pasado mes de mayo tuvo lugar el incidente más grave en lo que se lleva de año, cuando tres orcas consiguieron hundir un velero en el puerto de Barbate mientras estaba siendo remolcado. El modus operandi parece ser el mismo: un pequeño grupo de ballenas ataca a los timones de pequeños veleros para, después, separarse y alejarse de la embarcación nadando.

Según National Geographic, se especula que este comportamiento puede haber empezado de forma individual y haberse expandido en el grupo más adelante. El primer ataque antes citado, de mayo de 2020, fue protagonizado por, tal y como la llamaron los científicos, Gladis. Esta orca tuvo una experiencia traumática al ser golpeada por el timón de un barco y, a partir de esto, los encuentros físicos entre orcas y barcos fueron en aumento. Esto, según los científicos, habría abierto la opción de que esta especie haya despertado un altruismo de autodefensa que las lleva a atacar aquello que representa una amenaza para su hábitat. En ese caso, no serían los únicos animales en hacerlo: los cachalotes (que también son cetáceos) se levantan en defensa unos de otros cuando las orcas atacan, por ejemplo. Y las ballenas jorobadas colaboran en la supervivencia de otras especies, como las focas, cuando son atacadas por este mismo depredador.

La otra hipótesis para los expertos es que se trate de un mero juego para estos animales. Uno de los motivos que les ha llevado a considerar esta opción es que se centran solo en los barcos, sin mostrar interés en las personas que van a bordo. “Creo que es igual de razonable sugerir que lo hacen porque pueden, porque es divertido”, confirmó Hanne Strager, cofundadora del Centro de Ballenas de Andenes.