Conde y García son un cohete: plata tras un final marciano
Rodrigo Conde y Aleix García, sólo superados por Rumanía y tras una remontada extraordinaria, suben al podio europeo. Ilusión para los Juegos.
Con sufrimiento, tras un tramo final marciano, sólo al alcance de aquellos que combinan un físico privilegiado con una mente de hierro, este domingo, Rodrigo Conde y Aleix García (doble scull) se colgaron la medalla de plata en los Europeos de remo, celebrados en Szeged. Abrazados y exhaustos, celebraron un metal de valor muy alto. Por un lado, evitó que la delegación española, que llegaba a Hungría con grandes expectativas, se fuera de vacío; por el otro, ratificó que la pareja nacional, que ya fue subcampeona del mundo y de Europa en 2022, luchará por todo en los Juegos Olímpicos de París, donde el remo quiere poner fin a una sequía de 40 años. En Hungría, con un tiempo final de 06:51.49, se impusieron por un par de paladas, tras una gran remontada, a Alemania (06:51.49). Sólo Rumanía, inspiradísima (06:44.55), les privó de un oro con el que siguen soñando. Lo harán hasta el verano.
“Estamos contentos con el resultado, pero tenemos claro que tampoco era nuestro objetivo. Veníamos con la idea de ser campeones europeos. Sabemos que todavía faltan países muy fuertes contra los que vamos a competir. No nos quedamos aquí, vamos a seguir trabajando, porque nuestro objetivo es ser campeones olímpicos y no subcampeones de Europa”, dejó claro Conde, aún con las pulsaciones aceleradas, después de un esfuerzo extraordinario. En Francia, seguro, nadie les ganará en cuanto a capacidad de sufrimiento. Nadie tiene su tesón ni su orgullo. En Szeged, lo demostraron en los últimos 250 metros. En ese momento, Aleix y Rodrigo, más pequeños y más ligeros que sus compañeros de podio, con el mayor número de paladas por minuto de la regata, incrementaron aún más su frecuencia para rebasar a Alemania. Al límite.
“El tercer 500 se ha hecho bastante duro, pero en el último hemos empezado a subir y el último 250 hemos ido a tope, a tope. Les teníamos al lado y hemos apretado los dientes”, analizó Aleix. “Es algo que veníamos entrenando en casa, con nuestros compañeros del ligero, y la verdad es que nos ha valido mucho saber que, pese a ir reventados como íbamos, podíamos pegar ese cambio de 10 o 12 segundos de parcial. Es lo que nos ha permitido adelantar a Alemania”, completó Rodrigo. Tras el paso por el 1.500, la pareja germana, conformada por Jonas Gelsen y Marc Weber, se puso por delante de la española con un margen de unos 10 metros. Parecía suficiente, pero entonces ocurrió lo imposible. Conde y García aceleraron y, al mismo tiempo, se desquitaron tras un 2023 en el que no pudieron defender sus dos podios internacionales. Ganaron en la histórica Henley, pero querían más.
Un “apretón” clave
“Fue un año de aprendizaje. Nos ha ayudado a pegar el apretón que estamos pegando ahora”, recalcó Conde a AS en los días previos a los Europeos. Y no eran palabras vacías. Tanto él, que renunció a los Juegos de Tokio para poner fin a un calvario con el peso (antes, competía en doble scull ligero), como Aleix, un talento que se consideraba “patoso” cuando empezó, lo quisieron demostrar desde los primeros metros, en los que controlaron la regata hasta que Andrei-Sebastian Cornea y Marian Enache despegaron. Con la pareja rumana en cotas inalcanzables (en el paso por el 1.000, sacaban más de seis segundos a España), la guerra estaba con los alemanes. Y la ganaron. Con épica y carácter. Pensando en París, donde Caetano Horta y Dennis Carracedo (doble scull ligero), quintos esta semana, Jaime Canalejo y Javier García (dos sin), ganadores de la final B, y Aina Cid y Esther Briz, sin competir por problemas médicos, también apuntarán alto.
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