Chingotto y Galán maltratan a Tapia y Coello

El P1 de Mar del Plata argentino pasará a la historia de los torneos de Premier Padel de la temporada de 2024 por el homenaje de despedida que le hicieron los argentinos a la leyenda Fernando Belasteguín, que estaba avisado, que sabía cómo lo había preparado todo, que el propio Bela intentó ultimar por la mañana, pero que al final tiró por la calle del medio, descartó las cuartillas escritas para hablar desde el corazón a todos los seguidores del Pabellón Islas Malvinas, lleno. Lloró Bela, lloró su familia, sus amigos, y todo el pabellón, por la emotividad del tipo que ha dominado este juego, quien además tuvo un guiño para el que le acompañó trece años como número (Juan Martín Díaz), al único que nombró. Fue en el intermedio, entre la victoria de Ari Sánchez y Paula Josemaría sobre Bea González y Delfi Brea, en más de tres horas de partido, y la remontada de Chingotto y Galán ante los herederos del propio Fernando, Tapia y Coello.

Ari y Paula ganaron los dos primeros torneos del año y luego se apagaron, en parte porque parecían agotados (no acudieron a Acapulco), y en parte porque surgió como un ciclón la pareja Bea y Brea, que llevaba una tacada de cuatro torneos seguidos ganados, amagando con dar el zarpazo en el rankin en el que van segundas. Eso ha obligado a los números uno a subir un punto su juego, a sacar del desván golpes que ya no utilizaban, como las dejadas que recuperó Ari en este encuentro. Salieron como un tiro para recodar quienes son (6-1), pero Delfi, en volandas como única argentina, y Bea, dando un salto cualitativo en su juego, dieron un paso al frente: 5-7. En segundo partido consecutivo de más de tres horas para las perdedoras, la imagen es que Ari y Paula se mantuvieron más frescas y entonadas, para romper en el momento justo (5-4) y decidir el choque por concentración (6-4).

Para acabar el día, Tapia y Coello frente a Chingotto y Galán, la pareja con más títulos frente a la nueva que sólo juega finales, porque Chingo y Galán llevan cinco torneos juntos, este es el tercero que ganan, y los dos otros los perdieron precisamente ante sus rivales de Mar del Plata (además, Galán tiene un título y final más con Lebrón).

El set inicial fue un para Tapia y Coello, los dos excompañeros recientes de Belasteguín. Chingotto defendía cuanto podía, pero Galán era un jugador bueno per normal, y así es imposible derrotar a la pareja por excelencia del circuito: 2-6. Sí, parecía que iba a ser coser y cantar, hasta que surgió el Galán tan omnipresente en la pista como Chingotto, pero sumando la condición de mejor pegador de Premier Padel. El madrileño confirmó lo que actualmente no tiene duda, que es el mejor jugador del mundo, que en una pista no muy rápida ni la magia de Tapia puede con él en el cruzado. Además, el que sale más beneficiado es Chingotto porque no necesita hacer mucho más de lo que debe, lo que permite brillar y parecer mejor jugador que hace dos meses, o uno o dos años. Por eso maltrataron a Coello y Tapia con un doble 6-2 en un partido en el que no pudieron sonreír ni sacar a relucir sus puntos estratosféricos, que eran cosa de Galán bien secundado por Chingotto.