Carvajal y Antolino son de plata
Cuarta medalla para los saltos de España en los Europeos acuáticos de Belgrado, esta vez en los sincronizados desde la plataforma, con una clavadista que irá a los Juegos y otra que lo espera.
Está siendo tal el poderío de España en estos atípicos Europeos acuáticos que ya hasta da cierta rabia quedarse a las puertas del oro, cuando antes de la cita de esta semana en el Serbian Institute For Sports And Sports Medicine de Belgrado sólo había logrado uno en toda su historia. Tres acumula el área de saltos desde el lunes, entre ellos dos para Valeria Antolino y uno para Ana Carvajal, quienes en el penúltimo día de competición, este sábado, se colgaban una plata.
Subcampeonas de Europa en la final directa de los sincronizados femeninos de la plataforma de diez metros, con 260.67 a 20 puntos de Ucrania, se proclamaron dos saltadoras que si los cálculos de la Real Federación Española de Natación no fallan deberían reencontrarse en un mes en los Juegos Olímpicos. Carvajal lleva clasificada en plataforma desde los Mundiales de Fukuoka 2023, mientras que Antolino sabrá el próximo 8 de julio si cuenta con el billete desde el trampolín de tres metros. Suma y sigue.
Se destacó Ucrania ya en las dos primeras rondas, limitadas a un 2.0 de dificultad, con saltos que valieron 51.60 y 47.40 puntos, por los 49.80 y 39.60 de las españolas, extraordinariamente sincronizadas en el primero y con algún desvío por parte de Carvajal en la ejecución del segundo. Muy cerca, tercera, se situaba Francia (45.00 y 40.80), dejando claro que salvo error flagrante entre estas tres parejas se repartirían el podio, con Rumanía y Grecia con un nivel ligeramente menor.
También en el tercer clavado tuvo España –que presentaba el nivel de dificultad más alto, 3.0– una entrada algo desequilibrada, 50.40, lo que permitió a Kseniia Bailo y Sofiia Lyskun distanciarse hasta los 20 puntos con su 58.80, mientras que las francesas prácticamente emularon a Antolino y Carvajal con su 51.24. En la misma línea por el oro siguió la cuarta ronda, con las ucranianas algo más sincronizadas (65.28) que las españolas (56.55), y sobre todo que Jade Gillet y Emily Hallifax (38.16).
A 26.73 de distancia del oro, que ya quedaba a expensas de un fallo de las ucranianas, y con 17.25 de margen sobre las griegas, cuartas, se plantaba España en su último salto, el más complicado de su catálogo (3.2). 64.32 puntos sumaron, con una sincronización notablemente valorada. Pero ahí estaban Bailo y Lyskun, quienes no sucumbieron a la presión y con su 65.70 se aseguraban el oro. Descartado el cajón más alto del podio, cabía esperar a Francia, que no pasó de 55.68, por lo que Gillet y Hallifax se quedaban con el bronce.
Cortés, a un 1.5 puntos de la final
La jornada del sábado la iniciaba Juan Pablo Cortés con su concurso en los preliminares del salto individual masculino desde el trampolín de tres metros. Decimotercero, como primer reserva para una final de la que sólo le separó un punto y medio acabó el español, con 337.25 puntos y capaz de hacer clavados como el de 68.20 que le llegó a aupar a la tercera posición de los 25 contendientes pero también del 36.75 en cuarta ronda que lo penalizó definitivamente.
Cerrará España su participación en los Europeos acuáticos este domingo con dos pruebas más de saltos. A partir de las 10:00 serán Carlos Camacho y Jorge Rodríguez quienes salten en el individual masculino desde la plataforma, mientras que en la final directa del sincronizado masculino desde el trampolín de tres metros lo harán desde las 15:30 Nicolás García Boissier, pero no Adrián Abadía, su pareja en los próximos Juegos, sino de nuevo Cortés.
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