Carvajal y Antolino, lejos de la frontera en una final con acento norcoreano
Perseguían las saltadoras una de las cuatro plazas disponibles para los Juegos en la plataforma de diez metros sincronizadas, pero su irregular concurso las dejó en decimotercera posición.
No pasaba el objetivo por emular el hito histórico de Adrián Abadía y Nicolás García Boissier, en cuanto a las medallas, pero sí por abordar la clasificación olímpica. En los saltos de plataforma de diez metros sincronizados de los Mundiales de Doha, debían Ana Carvajal –clasificada desde julio para los Juegos en la disciplina individual de esta altura– y Valeria Antolino quedar entre las cuatro primeras, o hasta octavas siempre y cuando por delante estuvieran China, Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, todas ellas ya con billete a París. Pero su decimotercera posición las aleja de esa meta, en una final dominada por las asiáticas.
No eran demasiado indicativos los dos primeros saltos, pues obligatoriamente debían contener una baja dificultad de 2.0 y en consecuencia repartían notas ajustadas entre casi todas las participantes. Y ahí las españolas fueron mejorando (42.60 y 44.40), aun distanciadas levemente de su objetivo, con un décimo puesto provisional. El tercer salto, de dificultad 3.0, les reportó ya una gran puntuación, 63.00, lo que las aupó un poquito, hasta la novena posición. Pero no se acabaron de sincronizar bien en el cuarto, 38.28, lo que castigó de nuevo a Carvajal y Antolino para caer hasta ser undécimas, lejos aún de los 200 puntos y del corte olímpico. Dos puestos más acabaron rebajando en un irregular último salto, el más difícil de su lista, con una puntuación de 48.96 para los 237.24 finales.
Corea del Norte, la revelación de estos Mundiales, descorchó los nueves en una primera ronda en la que Mi Rae Kim y Jin Mi Jo (quien ya había sido plata en los mixtos) marcaron 51.60. A dos dieces directamente elevaron la competición, con el primero de sus intentos (57.60), las chinas Yuxi Chen y Hongchan Quan, vigentes campeonas mundiales y a un nivel extraterrestre de principio a fin. 362.22 fue la puntuación de China, oro indiscutible que revalidaron, por 320.70 de las norcoreanas, plata. Y un último gran salto de Andrea Spendolini y Lois Toulson, quienes venían de ser subcampeonas en Fukuoka, les valió en esta ocasión el bronce, con 299.34 puntos.