Carolina Marín ya está en Oviedo para recibir el Princesa de los Deportes: “En el momento de la lesión quería colgar la raqueta, pero después ya lo vi de otra forma”
La onubense será galardonada el viernes en el Teatro del Campoamor.
Carolina Marín es uno de los nombres propios de los Premios Princesa de Asturias 2024, en una edición que parece protagonizada por Joan Manuel Serrat desde su aterrizaje en el Principado pero en la que la historia de superación de la jugadora de bádminton, una de las más laureadas de la historia, encuentra su foco sobre todo por la increíble historia de superación personal que se esconde detrás de cada lesión. Precisamente de una de ellas trata de recuperarse ahora Marín, que en sus primeros encuentros en Oviedo ha insistido en dejar la puerta abierta para regresar otra vez a las canchas. Pero eso es un capítulo que aún está lejos. Porque ahora lo que toca es disfrutar de un reconocimiento que dice llenarle de orgullo. Solo hay que echarle un vistazo al palmarés de la distinción para entender la alegría de la onubense.
“Estoy muy feliz, sobre todo porque se me ha reconocido con este premio los grandes sueños que he alcanzado en un deporte que no ser atan conocido en nuestro país. Es un premio también a mi deporte, por haber logrado que en España se hable del bádminton y mucha gente lo quiera practicar. He jugado aquí en Asturias varios torneos, me hace especial ilusión estar aquí porque tengo muy buenos recuerdos de mi infancia”, aseguró la deportista española en intervención ante los medios.
Para Carolina Marín, la lesión marca un antes y un después en su forma de ver las cosas. También el Princesa de los Deportes. “Antes de que pasase el momento tan desagradable de la lesión, el premio me reconfortaba mucho porque soñaba desde hace varios años con él. Cuando me lo dijeron estaba entrenando y no me lo podía creer, porque ni siquiera sabía que era candidata. Miré el móvil de casualidad y me asusté bastante, pero cuando recibí la llamada y me dijeron que era la galardonada las lágrimas corrían por mi cara. Tanto mi madre como yo estamos muy felices”.
La andaluza reconoció que aún no ha vuelto a coger una raqueta porque “necesito mi tiempo” pero ahora sí empieza a ver la situación con algo más de optimismo: “Esta última lesión ha marcado un punto importante en mi carrera. El primer pensamiento tras meterme en el vestuario fue: no puedo más. Mi entrenador me dijo que estaba orgulloso de mí. Estos cinco últimos años no han sido fáciles. Pero haber superado los obstáculos que la vida me ha puesto me hace ver las cosas de otra manera. En ese momento de la lesión quería colgar la raqueta, pero después de pasar tiempo de otra manera lo vi de otra forma”. Y para poder mirar adelante, la onubense dice que se apoyó “principalmente en mi equipo, que vive conmigo el día a día. Mi familia siempre ha estado en la sombra, mi madre, desde que perdí a mi padre, siempre ha sido mi mayor apoyo”.
Salud mental
Quiso hablar también Marín de la importancia de cuidar la mente. “El trabajo mental es súper importante. Con 15 años empecé a trabajar con mi primer psicólogo porque creo que cualquier persona necesita hacer trabajo mental. Estoy muy agradecida por todo el trabajo que hago con mi psicóloga, hemos trabajado muchísimas cosas y nunca me ha dejado sola”.