Carolina Marín y un “click” de oro: “Lloré muchísimo y saqué cosas duras”
Una charla de la española con su entrenador, Fernando Rivas, y el trabajo con su psicóloga, María Martínez, fueron claves para triunfar en el All England y Basilea.
Tras perderse los primeros torneos de la temporada por una gripe, Carolina Marín preparó su debut a conciencia. El escenario, el Arena Porte de La Chapelle, el estadio en el que perseguirá su segundo oro olímpico, invitaba ello. En el Open de Francia, sin embargo, todo terminó antes de lo previsto: la española, que había viajado a París con todo su equipo para realizar un simulacro de cara a los Juegos, cedió en su debut. “Fue una derrota dolorosa, entre otras cosas, porque llegábamos bien preparadas, mentalizadas y motivadas”, explica la psicóloga deportiva de la onubense, María Martínez, en conversación con este periódico. El golpe fue un nuevo punto de partida. Tras el inesperado tropiezo, la española volvió a triunfar en el All England Open, ‘el Wimbledon del bádminton’, nueve años después y continuó su racha en Basilea, donde ganó este domingo.
Entre la caída y el despegue, emergieron dos figuras claves para Carolina. Por un lado, la propia María; por el otro, el entrenador principal de la campeona olímpica, Fernando Rivas. “Fue difícil asimilar el porqué. Tuve la suerte de que viajé con mi psicóloga y lo trabajamos todo. También tuve una conversación muy importante con Fernando y eso fue, diría, un click, un punto de inflexión. Lloré muchísimo. Saqué cosas duras y aprendí”, reveló este lunes la onubense tras la presentación del Madrid Spain Masters, torneo que empieza este martes en Gallur (por BWF TV) y en el que no estará tras la exigencia de las últimas semanas. “Los principales temas fueron sacar los miedos y las inseguridades. Había un miedo que estaba bastante escondido y era el miedo a fallarme a mí misma. Había que rascar un poquito dentro de mí, abrirme junto a todo el equipo. Eso fue lo que me hizo cambiar el foco para los siguientes partidos”, detalló ante un reducido grupo de medios, entre ellos AS.
Concretamente, la charla entre Carolina y Fernando Rivas tuvo lugar después del debut de la española en el All England. Un partido en el que, pese a la victoria, la campeona olímpica “no había hecho nada del plan de partido”, como revela el entrenador en conversación con este periódico. “Me decía que tenía miedo a fallar, pero había hecho 23 errores no forzados. Le dije que no podía ser que haciendo otra cosa distinta al plan de juego no tuviera miedo a fallar y que siguiéndolo, sí. Empezamos a indagar en ese miedo y, realmente, no tenía miedo a fallar, sino que tenía miedo a decepcionarse a sí misma y al equipo. Le dije que lo verdaderamente decepcionante era no intentar hacer lo que tenía que hacer y que no nos tenía que demostrar nada”, desgrana Rivas, que atribuye el mérito de sus reflexiones a su propia psicóloga, Fany Barembaun.
En la conversación, el entrenador de Carolina, a la que enfrentó “con sus demonios”, también le planteó a la onubense que, desde hacía un tiempo, se había construido “un escenario victimista”. “Ha tenido muy mala suerte estos años, pero, como le dije, la vida no devuelve nada y hay que jugar con las cartas que te dan. Desde mi punto de vista, en este periodo de víctima, en el que había tenido buenas rachas de juego, pero sin ganar grandes eventos, cada vez que pasaba algo inesperado, se agarraba a ello para confirmar que efectivamente era víctima”, desarrolla Rivas. “No es un plato de buen gusto cuando te confrontan con tu peor lado. Sobre todo, cuando das la imagen de una persona fuerte. Pero, realmente, el hecho de mirarse al espejo, de reconocerse, de aceptarse y de perdonarse demuestra mucha más fortaleza que esa coraza que muchas personas tienen para enmascarar esos miedos”, completa.
El plan de juego y nueva confianza
A raíz de esa explosión de emociones, María Martínez se puso manos a la obra. “Las derrotas duras también nos permiten conocernos mucho más”, expone. A grandes rasgos, el trabajo con Carolina consistió en una reconstrucción de su confianza y en la creación de un protocolo ante los errores. “¿Qué ha pasado? ¿Por qué me lo he tomado de esta manera? ¿Qué cosas no he sido capaz de poner en marcha?”, fueron las preguntas, muy conectadas con la charla mantenida con Rivas. “Había que entender que las derrotas también pueden llegar en un momento bueno de preparación. Nos enfocamos en seguir el plan de juego, lo que supone mantener el objetivo en la mente hasta el final y poder evaluar si estamos dentro o fuera del camino”, desarrolla la psicóloga deportiva, pieza fundamental tanto en este último “click” como en la recuperación de la campeona olímpica después de romperse el ligamento cruzado y los meniscos de la rodilla izquierda.
A cuatro meses de los Juegos de París, “en los que aún pueden pasar muchas cosas”, advierte Fernando, el calvario parece más lejano que nunca. Desde enero de 2021, antes de esa lesión que le impidió estar en los Juegos de Tokio, Carolina no enlazaba dos trofeos seguidos en el circuito internacional. Con las victorias en el All England y en Basilea, además, la onubense dio un paso gigantesco hacia uno de sus grandes objetivos antes de los Juegos: llegar como cuarta cabeza de serie, lo que le facilitaría mucho el cuadro. “Este es el camino que queremos seguir y que queremos recorrer. He puesto el foco de atención en seguir trabajando el juego, la parte mental y espero que físicamente me siga encontrado como me estoy notando a día de hoy”, desea Marín. Su siguiente reto está en los Europeos de Alemania, del 8 al 14 de abril, en los que buscará ser campeona continental por octava vez.
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