Carolina Marín recibe el Princesa de los Deportes mirando de reojo al Europeo 2026 como posible regreso

Con una agenda plagada de encuentros y un mensaje inequívoco en cada intervención -esa idea de que no quiere que la lesión sufrida en París sea el punto y final a su exitosa carrera deportiva-, Carolina Marín es una de las estrellas que estos días ronda por Oviedo para recibir maána (18.10 horas) en el elegante Teatro Campoamor una distinción que premia una trayectoria deportiva, pero también una forma de entregarse al deporte que le hace ejemplo de cómo superar las adversidades. Un elemento, el que va más allá de lo meramente deportivo, que suele tenerse muy en cuenta en los Premios.

Será Carolina Marín una de las protagonistas en la ceremonia presidida por los Reyes de España, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, por la Princesa de Asturias, Leonor, y la Infanta, Sofía.

Carolina se ha movido en los días previos, intensos, por la capital asturiana con desparpajo, ya sin muletas -un avance en su recuperación- y con la misma idea en la cabeza que, antes de partir para tierras asturiana había expresado en su visita a la redacción de As: “Si cojo una raqueta será para disfrutar”.

Porque ha reconocido en sus intervenciones de esta semana que no ha vuelto a empuñar la raqueta, pero que todo llegará, dejando la puerta abierta a su regreso, una vez más. Carolina se sabe el camino de memoria.

Esta vez trata de recuperarse de otra grave lesión en al rodilla izquierda, que llegó en el momento más cruel: cuando dominaba con mano firme las semifinales olímpicas. Marín ha atendido estos días a los medios y ha protagonizado un emotivo encuentro con los más jóvenes, a los que ha confesado los secretos de una carrera tan brillante.

La medallista olímpica participó en divertido acto en La Vega, en Oviedo, en la que charló con cientos de escolares llegados de diferentes centros asturianos. En la cita, la deportista resumió en pocas palabras lo que significa para ella los títulos y el reconocimiento de la gente. “La medalla de Río la guardé en un cajón en mi casa, pero la de medalla del cariño la llevo en el corazón”, explicó la andaluza, que también compartió con Saúl Craviotto, el deportista olímpico más exitoso, un acto con medio millar de deportistas asturianos.

Entre los múltiples mensajes repetidos durante estos días en Asturias, uno que abre la puerta a la esperanza: la de un posible regreso. Dentro de un año y medio (2026) se celebrará el Europeo de bádminton en España, y posiblemente cuente con Huelva como sede principal. Parece claro el objetivo, pero ella matiza: “Es una ilusión, pero no una obsesión”.

Los otros premiados

Carolina Marín recibirá la distinción a su trayectoria deportiva, pero como sucede cada año la onubense protagoniza una de las 8 categorías galardonadas en una edición que llena de purpurina las calles de Oviedo. El resto de premiados en las diferentes categorías son los siguientes.

Artes: Joan Manuel Serrat.

Comunicación y humanidades: Marjane Satrapi.

Ciencias Sociales: Michael Ignatieff.

Letras: Ana Blandiana.

Cooperación Internacional: Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

Investigación Científica y Técnica: Daniel J. Drucker, Jeffrey M Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov.

Concordia: Magnum Photos.