Billetes a cambio de medallas para el flag football español
Tras ser anunciado como deporte olímpico para 2028, el flag football apunta a crecer en España. Integrantes de la Selección nacional hablan con AS sobre ello.
Cuando se piensa en una Selección que es subcampeona de Europa, uno tiende a pensar que está compuesta por deportistas rodeados de todo tipo de lujos y comodidades. No es el caso del flag football español, un deporte en auge en los últimos años y que apunta a explotar definitivamente después de haber sido seleccionado para formar parte del programa de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Aunque en España su realidad es todavía algo cruda: para el Europeo de Limerick (Irlanda) de este año, en el que las chicas se colgaron la plata, los jugadores de los dos equipos nacionales tuvieron que pagar de su propio bolsillo el viaje.
“Si ahora, al ser olímpicos, conseguimos todo el apoyo del CSD, de la Federación, de patrocinadores externos y demás, veo una medalla más que posible”, cuenta a AS con sinceridad Olga Sotillo, integrante de la Selección femenina que fue oro en Jerusalén 2019 y plata en Limerick 2023. Cierto es que lo del último Europeo fue algo excepcional, pues por ejemplo para el Mundial de 2021 se invirtieron 130.000 euros en preparación, gastos de viajes, ropa... La subvención que recibe la FEFA es de 180.000 euros, mientras que lo que se reclama para poder competir en condiciones está en torno al medio millón. “Al pasado Europeo llegamos con muy poco tiempo, nos pillamos los dedos porque la Federación no pudo hacer nada y fuimos los jugadores los que tuvimos que sacar las castañas del fuego”, recuerda Álvaro Cansinos, miembro de la Selección masculina.
Pero parece que las peticiones de este humilde deporte empiezan a ser escuchadas. “Lo de que se han pagado el viaje lo he oído. Vamos a trabajar para que no tenga que ser así. Vosotros adquirís el compromiso de darnos medallas y yo adquiero el compromiso de pagar billetes, y así hacemos un poquito de intercambio”, prometió ayer el presidente Víctor Francos en el Consejo Superior de Deportes, donde se recibió a la Federación Española de Fútbol Americano, en la que está encuadrada una modalidad de flag que se caracteriza por la ausencia de contacto, pues los placajes se hacen despojando a los jugadores de uno de los dos pañuelos que llevan en su cintura. Allí se presentó la Copa de España de la disciplina, que se celebra este fin de semana en Alcobendas.
España, a pesar de no contar con los grandes recursos de otros países, compite de tú a tú con quien se ponga por delante. “Tengo amigas en el equipo de Gran Bretaña y estuvieron hablando que habían tenido seis concentraciones previas, Alemania lo mismo, Italia lo mismo... Al final, estás comparando una selección que ha tenido eso con una que no hemos entrenado juntas”, explica Sotillo, presente en los éxitos recientes, resultados de mucho mérito dada su situación. “No tuvimos la preparación como para al final haber llegado a la final y haber competido al nivel que competimos, entonces yo creo que todas las jugadoras nos lo hemos tomado como un orgullo, como una ilusión, una liberación también. Hemos demostrado que aunque no se haya puesto todo para que nosotras llegásemos a esa final, las jugadoras y los entrenadores lo hemos sacado adelante”, valora Olga.
“Está claro que necesitamos ese apoyo, necesitamos esos entrenamientos. Pero una vez llego a un torneo, ya me da igual, no me centro en lo que ha pasado porque al final el nivel está”, añade a continuación Cansinos, jugador de una Selección masculina a la que le está costando repetir los grandes resultados del pasado, pero que siempre está ahí. “En el Mundial de 2021 jugamos contra Estados Unidos y nos dijeron que fuimos una selección que no se esperaban que íbamos a jugar como jugamos”, completa Jorge García, también jugador de la Selección.
El hecho de que el flag football sea deporte olímpico puede suponer un antes y un después para sus jugadores, que miran con deseo al futuro. “Lo hemos recibido con mucha ilusión. Esto puede suponer un gran crecimiento a nivel deportivo de lo que es el flag. Vamos a trabajar y darlo todo para poder llegar a esos Juegos, a los World Games, al Mundial (se celebra el año que viene en Finlandia). Que antes de las Olimpiadas hay que clasificar, y para clasificar hay mucho trabajo por delante aún”, describe García. Lo que tienen todos claro es que las posibilidades de estar en Los Ángeles son muy altas. “Es una posibilidad muy real, sin duda. Las chicas están en el top de Europa y van a estar seguro en los Juegos. Nosotros, en el último Mundial, nos jugamos un pase a los World Games, que sólo entraban los ocho mejores, y nos quedamos a dos posiciones de lograrlo. Con un poco de trabajo nos colamos seguro”, valora Cansinos.
Y, si se quiere pensar en grande, las chicas dan buenos motivos para ello. “Con el nivel que llevamos y el trabajo que tenemos de antes, yo creo que una medalla es bastante factible. Además, viendo los resultados del Mundial de 2021, al final solamente empatamos un partido y perdimos contra Estados Unidos. Tuvimos mala suerte, pero puede llegar”, dice Olga Sotillo, aunque tiene que haber grandes cambios para ello. “Muchas cosas tienen que querer que nosotros lleguemos ahí arriba. No sé las razones, pero no hemos visto que nos hayan querido ayudar a llegar ahí, o si lo han querido no se ha podido. No necesitamos palabras, necesitamos hechos, necesitamos que cuando nos tengan que ayudar lo hagan. Y nosotros daremos todo lo que tenemos. Siempre iremos con todo, pero necesitamos ayuda de muchos sitios, sobre todo económicamente y para tener recursos para poder llegar a competir con selecciones como Estados Unidos”, insiste García.
Tanto Olga como Jorge y Álvaro compaginan en su club, el LG OLED Las Rozas Black Demons, el flag football con el tackle, la modalidad del fútbol americano más conocida, que se juega con casco y corazas. Es lo habitual en la actualidad, pero la decisión del COI puede cambiar las prioridades de muchos. “El tackle a nivel nacional no va a poder competir para lo que va a competir el flag. El flag son unos Juegos, es un Mundial, Europeo, World Games... Son cosas a las que el tackle no va a llegar, pero no por otra cosa, sino porque el tackle no es un deporte olímpico y el flag sí lo es, entonces yo creo que sí que habría que dividirlo”, cuenta Jorge García sobre una disciplina que también es más atractiva para los pequeños. “Es mucho más fácil vendérselo a una familia para que llegue gente de categorías inferiores, niños pequeños. No tienes contacto, al final contacto como mucho vas a tener como en el baloncesto. Y si conseguimos que esas familias, en vez de ver el flag como el fútbol americano convencional, lo vean como un deporte más de equipo, yo creo que vamos a tener ahí para captar mucha gente y muchas fichas al final”, recalca Olga.
El futuro es ilusionante para el flag football, y sus protagonistas prometen estar a la altura. “Yo pido hambre por parte de todos los jugadores. Al final estamos pidiendo ayudas y demás, yo creo que eso va a estar y va a hacer que crezca el proyecto y que lleguemos, entonces ahora nos toca a los jugadores, empezando por mí mismo y todos los demás, a impulsarnos los unos a los otros, trabajar. Son cinco años, es una carrera de fondo, pero si llegamos de la mejor manera posible vamos a estar ahí. Tenemos que dar lo mismo que pedimos. Pedimos ayuda y tenemos que dar todo lo que está en nuestras manos para poder competir por una medalla en los Juegos de Los Ángeles 2028″, sentencian los tres. Ilusión a raudales.
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