Austria manda en casa de Paschke

Pius Paschke, líder de la general de Copa del Mundo, había surgido esta temporada como la gran resistencia, casi el único opositor al numeroso poderío austriaco. El comienzo de la competición más antigua de la historia de los saltos de esquí, el Torneo del Cuatro Trampolines, no cambió ese guion. Es más, la clasificación en Oberstdorf, primera parada de la competición, agrandó la brecha entre los austriacos y el resto de mortales, curiosamente, liderados por un Paschke que finalizó sexto. Por delante, a cual mejor, los ‘cinco magníficos’: Daniel Tschofenig (1º), Stefan Kraft (2º), Michael Hayboeck (3º), Jan Hoerl (4º) y Maximilian Ortner (5º).

En la primera clasificación de esta 73ª edición de la Tournée, 62 saltadores buscaban iniciar su camino con buen pie. Para ello debían hacerse con una de las 50 mejores puntuaciones, privilegio que les otorgaría el billete para la competición oficial. Antes de ese fuego real, que tendrá lugar este domingo en Oberstdorf (16:30, Eurosport 1), tendríamos un aperitivo de lo más suculento, con cielo despejado y poco viento. Esas excelentes condiciones presagiaban buenos saltos, lo que obligó a los jueces a bajar una puerta de salida a la segunda mitad de saltadores para hacer más justa la clasificación.

Ahí llegó la primera de las decepciones, con un histórico como Dawid Kubacki que decía adiós a sus opciones con un discreto vuelo de 115 metros. Con Peier y Zografski se empezaron a ver distancias por encima de los 130 m, justo antes de la llegada de dos incógnitas con nombres y apellidos: Halvor Egner Granerud y Ryoyu Kobayashi. El noruego se clasificó con la misma discreción (122,5 m) que esta temporada le persigue en Copa del Mundo. El japonés, con un salto de 125 metros que fue bien compensado en puntuación por peores condiciones de vuelo, cumplió el trámite con buena nota (11º). Aviso a navegantes.

Lo mejor estaba por llegar, y fue Hayboeck el encargado de prender la mecha. El austriaco se fue hasta los 141 metros y desencadenó una serie de saltos prodigiosos. A Kraft le bastaron 137,5 metros para desbancar de la primera posición a su compatriota, gracias a los puntos de compensación, Hoerl se situó a la estela de ambos (140,5 m) y Tschofenig se salió del mapa con un vuelo de 141,5 metros, a solo dos del récord del trampolín alemán. El juego, por ahora, anda entre austriacos.

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