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PÁDEL

Arturo Coello: “Jugar ahora sin Agustín Tapia no sería ético”

El vallisoletano, el número uno más joven de la historia, esperará a la recuperación de su compañero, con el que sigue invicto en el WPT.

Arturo Coello, el zurdo de oro.

De sólo 21 años, Arturo Coello es el número uno más joven de la historia, y sucede en esa lista de precocidad al que fuese su compañero la temporada anterior, Fernando Belasteguín (44) que lo fue a los 22; es decir, el vallisoletano aún no había nacido cuando el argentino subió al podio para estar en el primer peldaño durante 16 años. Esta temporada Coello forma pareja con Agustín Tapia, y ambos están demostrando tanta ambición que en el WPT nadie puede con ellos.

-Llevan ustedes 42 partidos seguidos sin perder, invictos en los torneos del WPT. ¿Cómo lo hacen?

-En realidad creo que no nos planteamos llegar a esa racha ni pensamos en ella, porque lo importante es centrarse en el siguiente partido. Entregarnos al máximo por ganar el siguiente, y así cada encuentro. Eso nos va mejor que pensar en futuribles; así se llega más lejos.

-Esta semana está siendo muy dura para los seguidores del Real Valladolid. ¿Cómo lo lleva?

-Soy del Real Valladolid porque es el equipo de mi tierra, porque creo que es bueno para mi ciudad estar en la máxima categoría, y si baja, claro, lo acusas, pero no soy un fanático del fútbol. No se puede decir que siga la competición al día, y a lo mejor, si hay que ser de algún equipo, soy del Real Madrid.

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-¿Es cierto que su entrenador ha sido hasta ahora su padre?

-No, no. Mi padre es aficionado al pádel, pero él a lo que ha jugado es al baloncesto, con el B del Fórum, por ejemplo; y luego ha sido entrenador de ese deporte. Lo que ha hecho conmigo ha sido ayudarme en el pádel desde pequeño.

-¿Además de jugador profesional, tiene otras ocupaciones?

-Desde que me trasladé a vivir a Madrid la temporada anterior, prácticamente lo he dejado todo para centrarme en el pádel, con una dedicación plena a este deporte.

-¿Cómo fue la ruptura con Belasteguín el año pasado?

-Tengo una gran relación con Fernando, y creo que todo sucedió de la manera más cordial, porque él mismo siempre me dijo que no sería un obstáculo para mi progresión. He aprendido mucho de él.

-Hace un año Sanyo, que entonces era el compañero de Tapia, decía que usted y él serían la pareja del futuro por el talento, pero que habría que ver cómo jugaban juntos. En la pretemporada la sensación dicen que no era tan buena.

-Creo que estábamos acoplándonos, y claro, nos estábamos conociendo. Pero ajustamos algunas cosas y todo empezó a fluir. Tomé la decisión de jugar con él porque es uno de esos jugadores a los que no puedes decir que no, como a Galán, por ejemplo, que nunca me ha llamado.

-Tapia no juega en Toulouse la próxima semana y usted no ha buscando a un compañero de circunstancias para sumar puntos en el ranking.

-Es que no me parece ético jugar sin él. Lo suyo es que al final de la temporada ocupemos el mismo sitio en el ranking, sea el primero o el décimo. Yo también tuve que parar en un torneo por una sobrecarga, porque hay momentos que el cuerpo te manda avisos. Con Agustín la relación ha crecido, somos amigos, nos compenetramos, y a día de hoy podría decir que me gustaría jugar toda mi carrera deportiva con él, porque no es sólo como jugador, es que una gran persona la que tengo a mi lado.

-Tiene usted un hermano que también intenta seguir sus pasos.

-Alguna vez me gustaría jugar juntos, pero mi pareja es Tapia.

-¿Qué les dicen los rivales cuando se encuentran en los hoteles? ¿les gastan bromas por la racha que llevan?

-En realidad no tenemos tanta amistad como para bromearnos. Llevamos una vida profesional. Todos intentamos ganar el siguiente partido, sea contra quien sea.

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-La manera de jugar en su pareja llama la atención por la pegada, pero el alcance defensivo es brutal. ¿Cómo se puede abarcar tanto?

-Creo que somos un poco parecidos a Galán y Lebrón, que juntos cambiaron un poco el juego moderno, tanto por su agresividad ofensiva como su constancia defensiva. Creo que seguimos su estela.