Ariana Sánchez regresa a Santander, donde empezó todo
Con 19 años ganó en Cantabría su primer Open, y ahora, con 25, se presenta por primera vez como número uno “que no va a ser sencillo de defender”
Primavera de 2017. Una pareja de jovencitas, Marta Ortega (20 años) y Ariana Sánchez (19) se imponen en el Open de Santander: ganan en la final a Paty Llaguno y Eli Amatriain, y antes a Marta Marrero y Alejandra Salazar, la mejor dupla del momento. Siguen siendo la pareja más joven de la historia en ganar un torneo profesional del WPT con esos 39 años entre ambas. Hoy Ariana (Reus, 25), con Paula Josemaría, regresa a la capital cántabra como número uno del ranking mundial y con el apodo de Magic por las cosas que hace en la pista, como aquella dejada insolente en aquella final que ganói y que aún se recuerda.
-El jueves comienza su andadura donde posiblemente empezó todo para usted: tomar la decisión de volcarse en el pádel, plena dedicación, liderazgo mundial ahora.
-Yo soy una persona que cree mucho en las señales, y fíjese, aparecí como número uno este mes, un lunes, el día de la patrona de Reus, mi pueblo; y ahora me estreno oficialmente en el cuadro en liderazgo en el ranking precisamente en Santander donde, sí, empezó todo.
-El año pasado también fue líder por una semana.
-Es que Alejandra Salazar y Gemma Triay son una pareja espectacular y en un torneo recuperaron la posición. Estoy segura de que este año van a seguir peleado por volver al primer puesto, pero este año, al menos, Paula Josemaría lo vamos a disfrutar un poco más tiempo (esta se la segunda semana consecutiva que lo mantienen).
-¿Esperaba usted en junio que se pudiera dar un vuelco al ranking?
-Paula y yo hemos tenido una vuelta de vacaciones muy intensa, con buenos resultados y muy consistentes, aunque no siempre jugamos bien, porque tenemos momentos de despistes. Lo bueno de nuestra pareja es que cuando una no está bien la otra la sostiene, y cuando las dos estamos bien alcanzamos un nivel muy alto.
-Va a cumplir dos temporadas con Paula, ¿le ha sorprendido la adaptación a distancia?
-Cuando Alejandra Salazar me dijo que se iba a jugar con Gemma Triay en la primera que pensé para que fuese mi pareja fue en Paula Josemaría, y ella tampoco lo dudó. Vive en Valladolid, donde está su gente, es feliz, y tiene un gran entrenador como Gustavo Prato, y yo en Barcelona, muy cerca de Reus, donde está mi familia, con Miguel Sciorilli como entrenador. Hacemos un esfuerzo, pero a las dos nos compensa. Y luego, según va pasando el tiempo nos vamos conociendo más y compenetrándonos mejor tanto en la pista como fuera.
-En las gradas tiene usted un buen apoyo familiar en muchas ocasiones.
-En mi familia se juega mucho al pádel, y me siguen. Yo empecé por mi padre, que iba a sus partidos de los domingos y cuando acaba jugaba con él, y con mi hermano. Y recuerdo que luego era una tarde de morros si perdía. Primero jugué al fútbol y al baloncesto, pero algo debieron ver mis padres que me enfocaron en el pádel. Siempre me han ayudado, cuando me fui a Barcelona, cuando decidí aparcar los estudios porque no tenía tiempo para todo. Bueno, ahora ya me emancipado económicamente, pero sigo yendo a Reus cada vez que puedo.
-En un pádel cada vez más físico, usted no es muy alta (1,66 metros) y se desenvuelve a la perfección en el revés.
-Mi primera temporada de profesional la jugué en el drive con Tamara Icardo de compañera, y no descarto en un futuro regresar a esa posición si tengo una compañera más agresiva, porque en la derecha tenia una visión diferente de los ángulos. Pero no por ahora, y tampoco se para cuándo. Con Paula estoy y juego muy contenta.
-Como las parejas de pádel son tan cambiantes, nunca se sabe. Ya ve, sólo las Gemelas Sánchez Alayeto resisten juntas con el paso de los años.
-Ellas cambiaron el pádel femenino, le dieron una dimensión diferente. Dejaron el juego de tanto globo e introdujeron otro más físico, más espectacular, más rápido, el que estamos practicando ahora. Fueron unas innovadoras que ahora les cuesta más ganar por las lesiones que han tenido en los dos últimos años, y poco también por la edad, siupongo. Personalment, las admiro.
-¿Pueden Paula y usted acabar el año como números uno?
-No va a ser un paseo, pero tenemos un pequeño colchón de puntos de ventaja, y ya no quedan tantos torneos. Si mantenemos la regularidad cabe esa posibilidad.