Antidopaje, descabezado: Pedro Sánchez llama a Silvia Calzón a Moncloa
La directora de la CELAD que vino a apagar la crisis provocada por Terreros, deja el cargo ocho meses después para entrar en el equipo del presidente.
Ocho meses después de tomar posesión, el 26 de enero, Silvia Calzón abandona la dirección de la CELAD, la agencia española contra el dopaje, al ser reclamada para Pedro Sánchez para su nuevo equipo en La Moncloa. Hoy, el Consejo de Ministros, la confirmará como nueva directora de atención y respuesta a la ciudadanía.
Calzón (Sevilla, 48 años), licenciada en Medicina y doctorada en Económicas que fuera secretaria de Estado de Salud en la pandemia, llegó a la CELAD para apagar el fuego provocado por la crisis con el anterior director, José Luis Terreros. Este, acabó destituido después de que el Consejo Superior de Deportes llevara ante la fiscalía presuntas irregularidades (casos de positivos no resueltos) en su gestión.
Calzón entró con discreción y en silencio y, tras las amenazas hacia España de la Agencia Mundial Antidopaje, dio un vuelco a la estructura de la AEPSAD renovando todo el segundo nivel del escalafón (jurídico, inteligencia, prevención...) y debía culminar las reformas normativas que subsanarían los agujeros legislativos que habían vuelto a poner en solfa la política antidopaje en España. Pero su camino ha sido corto, aunque intenso.
La doctora sevillana limó asperezas con la AMA, que envió a una delegación a Madrid ya en febrero para poner orden. También ha perfilado dos órdenes ministeriales, que están en tramitación, y un Real Decreto para corregir las grietas por las que se cayó en la crisis de Terreros. Las órdenes aclararán el proceso de comunicación de positivos por medios electrónicos y los requisitos que deben cumplir los agentes de control. En la duda de si eran uno o dos los necesarios para un análisis se quedaron expedientes sin resolver.
El Real Decreto, que debía salir después del verano pero no entrará en Consejo de Ministros hasta finales de año, tiene como pretensión reforzar puntos como los de pasaporte biológico, un quebradero de cabeza para la CELAD desde que la Audiencia Nacional desacreditara el método a partir del ‘caso Ibai Salas’ lo que impidió que se concluyeran con castigos otros episodios como los de los atletas Abdelaziz Merzoughi y Hamid Ben Daoud, con sanciones anuladas por el TAD. Además, ese RD debería aclarar las AUT (autorizaciones de uso terapéutico), para evitar equívocos como los de la atleta Majida Maayouf.
Calzón, además, prometió más transparencia para tranquilizar a los deportistas, preocupados ante la deriva de la CELAD. Pero la llamada de Moncloa ha pesado más que el deseo de concluir las reformas. Tan solo ocho meses después de la tormenta, el antidopaje español está descabezado. Su directora se marcha sin aclararse las acusaciones a Terreros (no hay sanciones ni respuesta de la Fiscalía) ni publicar la memoria correspondiente a 2023.
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