Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

NATACIÓN ARTÍSTICA | BUDAPEST 2022

Andrea Fuentes, un icono de la sincro que ‘pasó' de bombera a socorrista

La entrenadora de Estados Unidos que salvó a Anita Álvarez fue una de las referentes del deporte español y una vez retirada se veía apagando fuegos.

Mengual y Fuentes.
PEPE ANDRESDIARIO AS

Quizás Andrea Fuentes habría pasado este mes de junio en la Sierra de Culebra (Zamora), donde numerosos equipos de bomberos han trabajado día y noche para apagar el mayor incendio de la historia de España. Eso era al menos lo que ella visualizaba en 2010, cuando ya era una nadadora destacada y asumió el liderazgo de la Selección de Anna Tarrés debido a la maternidad de Gemma Mengual. “Mi misión en la vida es ser bombera. No soporto que se queme un bosque, siempre sufro cuando los veo. Un equipo de bomberos es como el deporte: organización, sacrificio, compromiso, confianza y todo por una buena causa. Me hará sentir útil”, dijo en una entrevista a AS ese mismo año, de éxitos y medallas para Fuentes.

Pero tras esa retirada abrupta en enero de 2013, después de los Juegos de Londres y la explosión del caso Tarrés, la tarraconense dejó la sincro, siguió ligada por momentos como entrenadora, pero se marchó a Baleares a vivir en una casa con un huerto, siempre con una labor social y de ayuda a los demás detrás. Formó una familia y en 2018 hizo las maletas para irse a Estados Unidos a hacerse cargo del equipo de sincronizada. El miércoles, parafraseando a Andrea, se sintió “útil” y obró “una buena causa”. No de bombera, sino de socorrista en la piscina de Isla Margarita salvando a su nadadora Anita Álvarez.

Entre el aura de Gemma Mengual, la pionera de la sincro, y el magnetismo de Ona Carbonell, la más exitosa, se enclava en el orden cronológico de la sincro Andrea Fuentes, una guerrera. Nació en Valls (Tarragona) en 1983 pero pronto se trasladó con su familia a Barcelona. Descubrió la sincro gracias a una profesora y ella y su hermana Tina, que falleció de cáncer cuando apenas tenía 34 años, se apuntaron al Kallipolis. Allí conocieron ese deporte, sus apneas, su sacrificio, sus sueños. En 1999 llegaron a la Selección. Andrea solo tenía 16 años.

Ona Carbonell-Andrea Fuentes.
Ampliar
Ona Carbonell-Andrea Fuentes. Alberto IranzoDiario AS

Tina, un año menor que Andrea, estuvo en el equipo de 2002 a 2007, se quedó a las puertas de los Juegos de Pekín cuando comenzaron los grandes éxitos de España. Andrea siempre fue la más atrevida, decidida, mística de aquella selección. Estudió sociología y filosofía, fue miembro clave del equipo de Tarrés hasta que en 2007 entró a formar el dúo con Gemma Mengual en lugar de Paola Tirados. Fuentes aceptó el reto porque no tiene miedo a nada. Se colgó dos platas en Pekín, en 2010 fue solista tras la maternidad de Mengual y en 2012 hizo de madrina de Ona Carbonell en los apasionantes Juegos de Londres. Se colgaron la plata en el dúo y el bronce en el equipo. En enero de 2013, Fuentes se retiraba y daba una rueda de prensa transparente y vitalista como es ella.

“La sincronizada no me mueve desde dentro, creo que ya lo he dado todo. Y puedo estar orgullosa de mi carrera porque he llegado mucho más lejos de lo que nunca pensé. Que haya dos bandos en la sincro me ha desmotivado”, comentó la nadadora, con cuatro medallas olímpicas a su espalda y una mochila de experiencias de todo tipo. Fue un camino de la base a la cima en un equipo legendario que lo ganó todo. Y Fuentes era su guerrera. Ahora, ese atrevimiento que tuvo siempre, ha hecho que dé la vuelta al mundo y lo tiene con la selección americana. Se ha ganado a los padres de las chicas, se busca la vida encontrando piscinas para entrenar y ha llevado al equipo americano a sus mejores resultados en años. Una guerrera sin miedo a nada que tanto puede ser bombera como socorrista.