Ale Galán: “Atravieso mi mejor momento deportivo”
El jugador madrileño espera “hacer un buen papel con Chingotto” en el Major de Roma, con la idea de recuperar el número uno del ranking mundial.
El madrileño Alejandro Galán (28), que con Lebrón fue tres años el número uno del mundo, ha disputado ocho finales de los nueve torneos de Premier Padel en que ha participado esta temporada, los mismos que los que dominan ahora en el ranking, Tapia y Coello. Pero Galán tiene una singularidad especial: los tres primeros los jugó con Lebrón (un título), y los otros seis con Chingotto, con quien siempre se ha clasificado para las finales, ganando tres, y colocando a su compañero entre los seis primeros del Circuito, la mejor posición de siempre del argentino, con quien en el Major de Roma de esta semana conforma la segunda cabeza de serie.
-¿Es usted actualmente el mejor jugador del mundo como decía cuando aceptó actuar a su lado su nuevo compañero, Fede Chingotto?
-Ahí están los números y el ranking para decirnos que los mejores con Coello y Tapia. Ahora bien, si aparcamos las estadísticas, yo me siento tan bien que creo que atravieso mi mejor momento deportivo de siempre, a lo que añadiría que noto que aún tengo la posibilidad de mejora, que no he llegado a mi punto más alto. Y, además, si me comparo con los dos que comandan el ranking, estoy en empate a cuatro victorias en los duelos directos.
-Ellos son el uno y el dos, y usted el tres.
-De alguna manera, si observamos los puntos, me penaliza que ellos han ganado un Major (Doha) y yo ni estuve en aquella final. De ahí viene la diferencia en la clasificación. El Major de Roma lo gané hace dos años con Lebrón y ahora espero a hacer un buen papel con Chingotto, meternos en otra final, que sería la séptima como pareja, y a recortar las diferencias. Mi objetivo prioritario de la temporada es recuperar el número uno mundial de manera individual y como pareja.
-El año pasado Di Nenno le dijo que no a ser su compañero esta temporada, y usted ahora actúa con Chingotto, con un éxito inesperado, mientras que Martín sólo ha jugado una final. ¿Se está tirando de los pelos? ¿Qué le comenta en los torneos?
-El año pasado hablé con Martín, con Fede, con varios jugadores, para saber cómo estaban las opciones posibles en el mercado, porque intuía que necesitaba un cambio. Luego Lebrón y yo hicimos un gran final de temporada y decidimos arrancar juntos, aunque ya sobrevolaba el cambio. Llamé a Fede tras el segundo torneo y me dijo que sí. Era una apuesta de los dos, porque de entrada no sabes cómo va a resultar la unión, nadie lo sabe. Con Martin me sigo llevando muy bien, pero somos respetuosos y de asuntos deportivos no hablamos entre nosotros.
-Seis torneos, seis finales, Chingalán se está convirtiendo en pareja revelación, y con otro aire al que parecía que iba a ser el dominante en la década.
-Las últimas parejas que han dominado el circuito parecían tener un denominador común, con los dos jugadores pegadores, como podían ser Lebrón y Paquito Navarro, Lebrón y yo, y Coello y Tapia. Chingotto es otro tipo de jugador, intenso, de mucho recorrido, incansable, y no es un pegador nato, pero que ofrece otras opciones a mi juego, como el descargarme de mucho trabajo y centrarme en las cosas que más domino y mejor hago.
-Por ponerle un pero, en los últimos torneos da la impresión de que llega tarde a las finales.
-Es algo a mejorar, que tardo en entrar en juego. La suerte es que tengo a Chingotto a mi lado, que siempre está al máximo nivel y concentrado, tira de mi, y acabó a un buen nivel, ganamos en Argentina, y perdimos en el tercer set en Chile, los dos últimos, por ejemplo. Pero no voy a negar que dentro del equipo de trabajo hemos hablado para intentar corregir ese déficit.
-Hoy mismo acaba de firmar un nuevo contrato, con la empresa Checkout, presentado en Roma.
-Siempre es de agradecer que las firmas se fijen en mi, claro, pero en este caso me hace una enorme ilusión porque voy a participar con Checkout en una idea muy ambiciosa, la de crear decenas de centros de con pistas de pádel repartidos por todo el mundo con la estrategia de que en los Juegos de Brisbane de 2032 este deporte que amo al fin sea olímpico. En ocho años, con 34, lo mismo aún estoy en un buen momento para disputar unos Juegos.