Aina Bauzà logra un récord transatlántico a vela en un monocasco
La regatista del Club de Vela Puerto de Andratx hizo, en solitario, el recorrido Cádiz-Bahamas (4.800 millas) en 30 días, 22 horas y 34 minutos.
La vela es un filón para el deporte español. No solo hay calidad en la vela olímpica, sino que se cuenta con regatistas que no dejan de dar qué hablar. La última, Aina Bauzà, del Club de Vela Puerto de Andratx. Y es que la semana pasada escribió su nombre en el mundo de la navegación transatlántica en solitario al establecer un récord: fue de Cádiz hasta las Bahamas (Ruta del Descubrimiento) en 30 días, 22 horas y 34 minutos y es la primera mujer que lo logra. Por lo tanto es un récord transatlántico de navegación femenina en solitario en un monocasco.
El World Sailing Speed Record Council (WSSRC), organismo encargado de los Récords Mundiales de Vela, certificará este logro y Aina Bauzà será la primera mujer en completar esta travesía entre Cádiz y San Salvador en solitario en un monocasco. La navegante, a sus 29 años, lo hizo en una embarcación de 21 pies (6,5 metros) y llegó a puntas de velocidad de 19 nudos (33 km/h). Se trata de un hito y, más allá del desafío mundial, esta travesía representó un desafío personal: “Era la primera vez que estaba tantos días sola a bordo y el primer cruce del Atlántico”, dijo. No le fue fácil y es que durante más de 16 días no avistó ningún rastro de vida humana. No fue hasta que se encontró en aguas del Caribe, muy cerca de la llegada, cuando se cruzó con el primer carguero: “Lo ví en el AIS y no me lo podía creer. Había un barco cerca y tuve que verlo con mis propios ojos”, bromeó.
Desde un inicio, el objetivo de Bauzà era cubrir las casi 4.000 millas náuticas (6.437 kilómetros) que separan Cádiz de San Salvador en menos de 21 días (ya que el récord lo tiene, desde marzo de 2015, el italiano Sergio Frattaruolo que lo hizo en 21 días, 11 horas, 18 minutos y 22 segundos), pero las condiciones meteorológicas adversas retrasaron su llegada. “La meteorología no me permitió coger la ruta más corta, tuve que bajar muy al sur para mantenerme en la zona de vientos favorables y hacer muchas más millas de las previstas”, explicó Bauzà que, finalmente, recorrió casi 4.800 millas (7.725 kilómetros). La navegación no fue nada cómoda (unas velas secas eran su cama, apenas podía hacer pequeñas siestas de 20 minutos y no tenía cocina ni baño) ni sencilla porque al principio se llegó a topar con tres frentes fríos. En el Atlántico central se encontró con alisios intensos y días de vientos superiores a los 25 nudos (45 km/h) y olas de hasta 4 metros. Al final, al aproximarse al Caribe, vivió una sucesión de hasta 4 frentes fríos bastante activos que le causaron un viento más variable y, sobre todo, lluvias con intensidades elevadas.
Su barco, el 1063 (‘Redó by Ànima Negra’), es de 6,5 metros de eslora y 3 metros de manga. Fue botado en abril del 2022 y se trata de un Vector, un modelo de Mini 6.5 diseñado por Etienne Bertrand y construido en Polonia en los astilleros de Yacht Service Poland. Es muy característica su proa redonda, que le permite surfear las olas de mejor forma con vientos portantes, como son los Alisios en el Océano Atlántico. Cuenta con seis velas y es una embarcación que alcanza velocidades superiores a los 20 nudos gracias a sus casi 150 metros cuadrados de superficie vélica.
Una vez finalizado este proyecto, que contó con la ayuda de patrocinadores y socios como Ànima Negra, Astilleros de Mallorca, B&G, Omniaccess, PL Sails y Robline, Bauzà, ahora, ya está en pleno proceso de regreso a Europa. El ‘Redó by Ànima Negra’ vuelve a Mallorca a bordo de la flota de Peters & May.
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