“Ahora la sincro es justa”
El cambio de reglamento perjudica a las españolas Iris Tió y Alisa Ozhogina, que terminan en undécima posición. Una de las juezas de Fukuoka lo explica: “Ya no hay subjetividad”.
El cambio de reglamento ha implosionado en la natación artística mundial, que ha modificado su decorado y se ha convertido en un deporte imprevisible, como se demostró en la jornada de ayer y que se lleva comprobando a lo largo de esta semana ya en Fukuoka. El dúo español, formado por Iris Tió y Alisa Ozhogina, quienes se habían colgado el bronce en la rutina técnica y llegaron con opciones de medalla a la final de la rutina libre, cometieron tres errores en los elementos y acabaron... undécimas con 175.7437. El oro se lo llevó Austria con 255.4583, país que se había desesperado por caerse de los podios hasta la fecha en estos Mundiales de Natación.
La jueza y controladora argentina Gabriela Viglino, una eminencia que lleva muchos Mundiales a su espalda, atendió a AS desde Fukuoka para poner luz a esta nueva dinámica: “La sincro es ahora justa, se ha eliminado toda la subjetividad. Antes se decía que había jueces que tenían sus preferencias, ahora es imposible que eso suceda”, valoró la jueza, que piropea a España: “Es un gran equipo, son fantásticas, Mayu ha hecho un gran trabajo y se han adaptado muy bien al nuevo reglamento, como otros países”.
Viglino detalla que el nuevo reglamento determina las notas en dos fases. La primera de ellas es la opinión de los jueces sobre la ejecución y la impresión artística, pero después los controladores, que repasan el vídeo, se encargan de comprobar que la ‘coach card’ (el resumen detallado de la coreografía) que entregan las seleccionadoras se cumple. Cada elemento tiene una dificultad asignada: si ven un error, esa figura solo se multiplica por 0,5, lo que se llama ‘base mark’. “Las selecciones se tienen que adaptar a ello. Es solo el inicio, este momento quizás es de transición, pueden haber matices, pero no va a haber vuelta atrás”. Para la jueza, el papel de las nadadoras y de la seleccionadora es totalmente determinante porque todo se vuelve “objetivo”.
La jueza argentina pone un ejemplo que explica la incertidumbre de las competiciones: “Es como lanzar un triple. Lo puedes entrenar mil veces, pero todo dependerá de si el día del partido entra o no. Es parecido, puedes cometer un error y caerte del podio”. Eso le ocurrió al dúo español ayer, que cometió hasta tres errores según los controladores. “Ahora todo pasar, es emocionante”, dijo.
Esta incertidumbre crea un deporte “distinto”, cómo se ha podido comprobar en estos Mundiales, donde distintas selecciones hasta ahora alejadas del podio, cómo Colombia y la Estados Unidos de Andrea Fuentes, han llegado a colgarse medallas. España de ha visto favorecido por la excelente interpretación de Mayu Fujiki, asesorada por Ana Montero, directora técnico y en la Comisión de World Aquatics, que ha ayudado a generar el nuevo reglamento y a darle más protagonismo a los hombres al incluirlos en la rutina de equipo olímpica.
La buena noticia de la jornada fue la segunda posición del equipo libre en la preliminar (294.9313), solo por detrás de la China de Anna Tarrés (323.2731). Hace un año el podio estaría claro. Ahora todo está en el aire. Al margen de esta prueba, a España le queda el dúo mixto libre, donde España tiene más opciones de conseguir su séptima medalla, récord absoluto en unos Mundiales.