Adrián Vicente celebra su cumpleaños con un oro
El madrileño, bronce en los recientes Mundiales de Bakú, alarga su buena racha en el Grand Prix de Roma. Se impulsa hacia los Juegos antes de cumplir los 24.
La semana pasada, Adrián Vicente, con un bronce, estrenaba el medallero español en los Mundiales de taekwondo de Bakú (Azerbaiyán). Este sábado, un día antes de cumplir 24 años, se ha proclamado campeón en el Grand Prix de Roma. “Vamos a por el oro, a ver si tenemos doble celebración”, bromeaba con AS antes de volar a Italia. Deseo cumplido antes de soplar las velas. La presea, su quinta en el circuito, además, acerca mucho los Juegos Olímpicos de París. Tras la secuencia de éxitos internacionales, Adrián dará un salto importante (suma 60 puntos) en el ranking (-58 kg), haciéndose fuerte en el top-5 que da acceso directo a la cita francesa. En Tokio, terminó en 9ª posición; a París, y más tras el rendimiento mostrado estos días, llegará con otro estatus. “Primero, hay que centrarse en poder volver a los Juegos. Una vez allí, obviamente, tenemos el nivel para luchar por las medallas”, añadía en la conversación con este periódico.
Nada más superar al iraní Hajmousaei en la final (2-1), Vicente se dirigía hacia su banquillo. Allí estaba su entrenador, Miguel Ángel Herranz, con el que empezó en el taekwondo con 12 años, en el gimnasio Alcalá Arena. Adrián lleva media vida aprendiendo de él y, tras certificar su oro, le señalaba en signo de agradecimiento. “Es suya”, venía a decir. De Alcalá de Henares, donde el madrileño descubrió el taekwondo gracias a una exhibición en la ESO, los dos volaron al Centro de Alto Rendimiento de Madrid. En su nueva etapa, no han parado de cosechar alegrías. Ya suman tres podios en Europeos (oro en Kazán 2018, plata en Sofía 2021 y bronce en Mánchester 2022) y el reciente bronce en los Mundiales. Sólo les queda la presea olímpica por tachar. Hoy, en Roma, se llevaban la única medalla española. Mañana, será el turno para Daniel Quesada, Jon Andoni Cintado y Adriana Cerezo.
Un torneo impecable
Menos en octavos, ronda en la que necesitó tres asaltos para superar al griego Rapsomanikis, Vicente voló sobre el tapiz italiano. Ahora mismo, va sobrado de confianza. En cuartos, arrolló al australiano Lewis; en semifinales, repitió la operación con el surcoreano Jun Jang, primer cabeza de serie y actual bronce olímpico. En la final, pese a necesitar la tercera manga, pareció tenerlo siempre todo controlado. Fijando su mirada en la grada, transmitiendo mucha seguridad, arrancaba al mando un primer parcial accidentado (se paró durante varios minutos por problemas con el casco de Hajmousaei) que se le terminaría escapando (9-15). En el segundo, para alegría del público local, más del lado español, pronunció un monólogo (10-3). En el tercero, pese a empezar por debajo (0-3), prevaleció gracias a un último tramo de mucha madurez. Del 4-4 con 25 segundos por delante al 6-4 final. Adrián, aficionado al surf y que probó el judo, el kárate y el baloncesto antes del taekwondo, sigue en la cresta de la ola.