16 años después, Martín-Portugués: la esgrima femenina vuelve a los Juegos
La sablista, que este sábado se colgó la plata en la Copa del Mundo de Atenas, asegura matemáticamente su clasificación para París 2024.
Lucía Martín-Portugués estará en los Juegos de París. Este domingo, en la Copa del Mundo de Atenas, un día después de colgarse la plata en Grecia, las matemáticas confirmaron la plaza olímpica de la sablista española. No es un billete cualquiera. Martín-Portugués, tomando el testigo de su compañera Araceli Navarro, que compitió en Pekín 2008, será la primera representante nacional en esgrima en 16 años. Una eternidad. La madrileña, tras lograr la sexta medalla internacional de su palmarés, necesitaba un buen resultado de Ucrania en la competición por equipos para no demorar más la espera. Las ucranianas, extendiendo su fiesta a España, se colgaron el oro.
Un alivio. La clasificación olímpica de Martín-Portugués es el premio a un ciclo brillante que, el año pasado, tuvo que remontar “meses extraños”. En 2022, la sablista española logró tres metales en Copa del Mundo. En 2023, sumó otro podio en el Grand Prix de Túnez. En medio, un vacío en el palmarés que se extendió hasta el pasado mes de enero, cuando Lucía se colgó el oro, el primero de una mujer española en el circuito, en la misma prueba en la que había sumado su última alegría. La sexta, una plata, llegó este mismo sábado, cuando Martín-Portugués ya dejó muy encaminada su plaza olímpica. En Atenas, no sólo sumó puntos para su ranking, sino que también apartó de la ecuación a la búlgara Yoana Ilieva (eliminada en T32), su amenaza más directa.
Este domingo, Ucrania aceleró la cuenta atrás, que se podría haber alargado hasta la última Copa del Mundo de la temporada, en Bélgica del 15 al 17 de marzo. En ella, ahora, Martín-Portugués perseguirá un objetivo mayor: viajar acompañada a París. El conjunto de sable, con la propia Araceli Navarro, Celia Pérez y María Ventura, aún puede lograr la plaza colectiva para los Juegos, el objetivo con el que la Real Federación Española de Esgrima empezó el ciclo olímpico. En Atenas, cerraron la competición por equipos en sexto lugar. En tierras belgas, perseguirán una clasificación tan complicada como ilusionante.
“A soñar” en París
Con la plaza de Martín-Portugués, la esgrima española cierra una semana ilusionante. A los éxitos de la madrileña, se suma la explosión de Santiago Madrigal, sablista de 20 años que ha logrado tres medallas (dos en los Europeos Júnior y una en la Copa del Mundo de Padua, su primera absoluta) en cinco días. En el cómputo global, un refuerzo moral para afrontar el difícil tramo final hacia los Juegos, con aún opciones de clasificación en las otras dos armas. De momento, Lucía ya está en Francia y, una vez en allí, se puede optar a todo. “Es más difícil la clasificación olímpica que sacar una medalla en los Juegos”, no dudaba en afirmar Martín-Portugués a este periódico después de colgarse el oro en Túnez. Buena parte del trabajo, puede que la más compleja, ya está hecha.