Vibra Las Vegas con la Super Bowl entre 49ers y Chiefs
La Ciudad del Pecado acoge esta madrugada (00:30) la final de la NFL entre San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs. Sequía contra dinastía en Las Vegas.
Hace cuatro años, San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs se midieron en la Super Bowl de Miami, con triunfo para los segundos. Su líder ya era Patrick Mahomes, que sumó su primer anillo. Llegó otro el curso pasado para el mejor jugador de la liga, que ha hecho de su equipo la nueva dinastía de la NFL. Lo ha refrendado este año, siendo, con 28 años, el primer quarterback que alcanza cuatro finales antes de la treintena. En el camino a su tercer anillo sólo se interponen, de nuevo, los 49ers, con los que se miden hoy (00:30, Movistar Deportes y DAZN) en el Allegiant Stadium de la siempre estrafalaria ciudad de Las Vegas, hogar de la Super Bowl LVII. Curiosamente, la Ciudad del Pecado es donde los de San Francisco recuperaron la ilusión tras el varapalo de 2020, pues fue allí donde, dos años más tarde, dieron por casualidad con el hombre que les ha llevado a la final: Brock Purdy.
Las Vegas acogió en 2022 el Draft de la NFL, en el que los 49ers usaron la última elección (262, ronda 7), para elegir a Purdy, un quarterback llamado a tener un rol residual. Mr. Irrelevant, como se conoce a la última selección, era el tercero de su puesto en la plantilla, pero las lesiones de Garoppolo y Lance el año pasado le hicieron coger una titularidad que nunca soltó. En una historia que bien podría ser de Disney, mostró desde el primer momento un nivel superlativo y un temple propio de las estrellas. A punto estuvo ya de alcanzar la Super Bowl el año pasado, pero una lesión en el codo apartó a Purdy y a sus 49ers en la final de conferencia frente a los Eagles.
Ahora, el de Arizona es el líder de unos 49ers que llegan a Las Vegas, donde encontraron a Purdy, con sed de revancha cuatro años más tarde. La sequía de los californianos, una de las franquicias más históricas y con cinco anillos en su haber, es alarmante: 29 temporadas sin título. Desde aquellos años dorados con Joe Montana y Steve Young, los de la Bahía han sido incapaces de aumentar su palmarés. Dos veces se quedaron en la orilla, sucumbiendo en la final. La tendencia es totalmente contraria a la de los Chiefs, que disputarán su cuarta Super Bowl en cinco años. Desde que Mahomes cogió las riendas del equipo, sólo han fallado dos veces en su cita con el partido por el título. Y pueden convertirse en el primer equipo que gana dos títulos seguidos desde los New England Patriots hace 19 años.
Ni siquiera se han perdido esta Super Bowl, en la que hace un par de meses resultaba algo utópico verles. Durante todo el año, los Chiefs fueron un equipo bastante irregular, con Mahomes mostrando una versión humana (ganaron 11 partidos, cifra más baja desde que Patrick es titular) y generando muchas dudas. Pero llegaron los playoffs, el momento de la verdad, y Kansas City se convirtió en la bestia competitiva que se ha ganado a pulso ser temida por todos. Que se lo digan a los Ravens, grandes favoritos en la final de conferencia, que fueron incapaces de hacer daño a los de Andy Reid. Lección aprendida: no dudes de Mahomes.
De nuevo, la tendencia de los Chiefs es diferente a la que traen los 49ers a Las Vegas. Grandes favoritos gracias a su plantilla repleta de talento, los de San Francisco sufrieron de lo lindo en sus dos encuentros de playoffs. Hace dos semanas, de hecho, tuvieron que remontar 17 puntos de desventaja al descanso frente a los Detroit Lions. Purdy fue uno de los grandes culpables de aquello, demostrando que la bola no le quema en los grandes escenarios a pesar del perfil bajo con el que entró en la NFL. No está solo el jugador de 24 años, que cuenta con Christian McCaffrey, el mejor corredor de la liga, y estrellas como Deebo Samuel, George Kittle, Brandon Aiyuk o los defensores Nick Bosa y Fred Warner. Por talento puro, los 49ers son quizá algo mejores, pero los Chiefs de Mahomes, cuyo gran aliado será su inseparable Travis Kelce, tienen más experiencia en estos momentos. Pero ya saben, no den por muerto a Mahomes y sus Chiefs. En Las Vegas, en el espectacular Allegiant Stadium, una dinastía seguirá añadiendo éxitos o se romperá una larga sequía.