Un español rumbo a la NFL: Carlos Carrasco sueña en grande
Carlos Carrasco, línea ofensiva de los Madrid Bravos, tiene el reto de ser el primer jugador formado en España en llegar a la NFL. El 20 de marzo entrenará ante ojeadores de la liga.
Ver a un español en la NFL ha resultado históricamente una anomalía, algo lógico por la escasa tradición que tiene el fútbol americano en el país. Solo cinco jugadores con raíces españolas han competido en algún momento en la liga estadounidense: los hermanos Rodríguez, Ángel Jesús y Aquilino (que se cambiaron el nombre al nacionalizarse a Jess y Kelly), jugaron en la década de 1930; Raymond Henry Rowe, con doble nacionalidad al ser nacido en la base de Rota, lo hizo en los 90, y últimamente solo Alejandro Villanueva y J.J. Arcega-Whiteside, ambos ya fuera de la liga, representaron a España. Ahora, Carlos Carrasco (Madrid, 27 años), sueña con ingresar en esa lista de una manera especial, además, ya que tiene el reto de convertirse en el primer español formado en su país que llega a la más absoluta élite de su deporte.
Hay dos caminos habituales para que un jugador llegue a la NFL, pero ambos están cerrados para Carlos, línea ofensivo de los Madrid Bravos que ha diseñado su propia ruta para captar la atención de un equipo. No puede ingresar al Draft porque no ha jugado en una universidad estadounidense, y tampoco opta por edad al International Player Program (que sirve para facilitar que jugadores extranjeros sean firmados). Por tanto, lo que le queda al madrileño es derribar la puerta, algo que intentará hacer el próximo 20 de marzo, cuando acudirá al Pro Day de la Universidad de Alabama Birmingham en el que entrenará bajo la atenta mirada de ojeadores de las 32 franquicias de la NFL. Antes de partir a Estados Unidos, Carlos habla con AS sobre su ilusionante proyecto, y no es capaz de hacerlo sin un brillo en la mirada que delata lo mucho que significa para él.
Porque, para cumplir su sueño, Carrasco ha dado “un giro de 180 grados” a su vida. Pidió una excedencia en su trabajo como consultor, el cual compaginaba con el fútbol americano, y lleva varios meses con un amplio equipo detrás, entrenando y preparando a conciencia las pruebas a las que se someterá, con especial atención a la carrera de 40 yardas y al press banca. “Yo era consultor, un maravilloso trabajo, pero es un trabajo de alto rendimiento. Y ser deportista es otro de alto rendimiento. Compaginar los dos al mismo tiempo es agotador. He pasado de no dormir, de no dejar de trabajar y hacer cosas, a aprender la importancia del descanso, a cambiar por completo la nutrición, el tipo de entrenamiento”, explica AS con mucho mimo sobre una preparación a contrarreloj. “Nos estamos intentando preparar estas pruebas en tres meses, cuando la competencia que tenemos lleva siete años preparándolas, desde el instituto”. Por si eso no fuese suficiente, se enteró a última hora de que adelantaban las pruebas una semana, por lo que tuvo que viajar a Estados Unidos a toda prisa.
A pesar de ello, el rendimiento de Carlos no le hace temer a nadie. “Estamos comparándonos con las marcas del Combine de la NFL, al que fueron los 50 mejores de línea de ataque, y las marcas están por ahí. Si estamos ya comparándonos con esos señores es un buen punto”, dice antes de cruzar el charco. La oportunidad le llega a través de Rip Scherer, entrenador el curso pasado de los Bravos que ahora forma parte de UAB, y Carrasco ni se lo pensó. “Ha sido un poco un salto al vacío, porque cuando me cogí la excedencia del trabajo, no tenía nada. No tenía la oportunidad, no tenía confirmación de nada, no había vuelos, no había nada. Pero al final ha surgido y estoy muy contento con la oportunidad, por lo menos de ir y de intentar demostrar lo que tenemos aquí”, explica el español, contundente cuando se le pregunta por las opciones reales con las que se ve de llegar a la NFL: “Todas”.
“A nivel físico ya estamos en marcas de un línea de ataque NFL. A nivel fútbol, no dejo de llevar 18 años de mi vida dedicándome a esto y además de manera muy friki, muy obsesiva. Y luego creo que puedo aportar mucho a cualquier equipo desde el minuto uno. Estoy acostumbrado a estar en un vestuario, que es igual aquí y en la Cochinchina. Las mismas dinámicas, el mismo tipo de gente. Creo que puedo añadir valor a cualquier equipo, siempre y cuando tenga la oportunidad de sentarme y hablar con ellos y explicárselo”, cuenta el madrileño, que está documentando todo su proceso junto con el periodista Diego Campoy en sus redes sociales. No es para menos, y es que trata de cumplir “el sueño de muchas vidas”, pues su padre también jugó al fútbol americano, y en los Bravos comparte vestuario con su hermano Javier, quien le acompaña durante toda la preparación.
Además, con este gran reto, Carlos pretende inspirar a las nuevas generaciones de un deporte que no deja de sumar adeptos en España. “Es importante que cualquier chaval que crezca en España sepa que se puede con trabajo, esfuerzo. No es un camino fácil, sobre todo que te den una oportunidad de poder demostrar el talento que tienes, pero se puede. Si no llego yo, que ya te digo que me voy a dejar la vida por llegar, por lo menos aplanar el camino para las siguientes generaciones, para que un día todos podamos tener a un jugador español nacido y formado en España en la NFL y que nos sintamos orgullosos de él. Si soy yo, pues gracias a Dios será así”, dice Carlos, cuyo desafío, obviamente, trae consigo un importante desembolso económico. “Esto me está gastando el tanque (riéndose). No es barato, por suerte tengo un colchón de todo lo que ahorré cuando trabajaba. Esto también sirve para hacer ver que en España hay muchos recursos, pero no se ponen a disposición de los deportistas. En Estados Unidos, en instituto y universidad, todo está orientado a optimizar tu rendimiento deportivo, sin interrupciones y con todas las facilidades”.
De este modo, Carlos tratará de emular a Alejandro Villanueva, también línea ofensiva que pasó siete exitosos años en la liga. “Es un tipazo, aunque no he podido tener mucha comunicación con él porque está en Estados Unidos. En España tenemos talento y tenemos la materia prima, para mí la mejor del mundo, de cara a cualquier deporte”, explica el de los Bravos, que está recibiendo ayuda, entre otros, de Alfredo Gutiérrez, línea de ataque de los 49ers. Carrasco no tiene preferencia por jugar en ningún equipo en particular, porque con llegar a la NFL, ya sería todo un éxito. Para ello, en unas horas dará el paso más importante hacia ello. “Voy a ir a UAB y voy a hacer las mejores pruebas que pueda, me voy a dejar el alma en cada una de ellas y vamos a ver”, sentencia un Carlos Carrasco que sueña en grande.
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