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Un candidato a MVP que comparte piso, en sus horas más bajas

Brock Purdy, el niño maravilla de la NFL después de ser Mr. Irrelevant, atraviesa sus primeros problemas en la liga. Tres derrotas seguidas y una conmoción, los culpables.

Brock Purdy.
EZRA SHAWAFP

La mágica historia de Brock Purdy desde su aterrizaje en la NFL pasa por el primer bache. Algo lógico, claro, aunque el quarterback de los San Francisco 49ers había acostumbrado a protagonizar recitales semana tras semana. El equipo de la Bahía, principal favorito a la Super Bowl en el inicio de temporada regular con cinco triunfos consecutivos, suma ahora tres derrotas seguidas con Purdy teniendo más problemas de la cuenta e incluso lesiones. El suflé se desinfla.

A pesar de ser operado durante la pretemporada por una rotura en un ligamento del codo derecho, los 49ers decidieron que Purdy era su quarterback franquicia. Traspasaron a Trey Lance, su competidor, y le dieron las llaves del equipo al penúltimo Mr. Irrelevant (así se conoce al jugador elegido en la última selección del Draft, y Purdy fue el número 262). Ya había hecho méritos de sobra para ello el año pasado, acercando a San Francisco a una Super Bowl de la que solo le apartó un fatídico partido en Philadelphia.

En 2022, Purdy se destapó como un gran jugador, pero es que en el inicio de este año presentó sus credenciales para ser MVP. El mariscal de 23 años mostró una madurez insólita y acumuló highlight tras highlight. Nueve pases de touchdown, ninguna intercepción y siempre sobre las 200 yardas en sus primeros cinco partidos este año. Números que asustan.

Purdy dejó de ser una historia curiosa y pasó a ser una realidad preocupante para el resto de equipos de la NFL. En medio de su boom mediático, el quarterback desveló que, al tener un contrato de rookie tan bajo por su posición de Draft (este año cobra ‘sólo’ 870.000 dólares, cuando los mejores en su puesto superan los 40 millones con facilidad), todavía se veía obligado a compartir piso en una zona en la que el alquiler medio de un apartamento de una habitación roza los 3.000 dólares al mes. “Todavía tengo un compañero de piso, uno de los chicos de la línea ofensiva (es Nick Zakelj). Él y yo dividimos el alquiler y todavía conduzco mi Toyota Sequoia”, dijo Purdy al ser preguntado por su vida.

Bien es sabido que en el deporte los momentos dulces no duran para siempre, y ahora Purdy pasa por su primera ‘crisis’ desde su histórica irrupción en la NFL. Tras ganar sus 10 primeros como titular en temporada regular, en este mes de octubre llegó la primera derrota de Brock. Y la segunda y la tercera. Por si fuera poco, hace una semana en el partido ante los Vikings, Purdy sufrió una conmoción cerebral, aunque siguió jugando y cometió varios errores. Escapó del protocolo a tiempo para jugar este pasado domingo, pero ante los Bengals lanzó dos intercepciones por segundo partido seguido y los 49ers cayeron de nuevo. Su candidatura al MVP se resiente, pero Purdy se ha ganado un puesto en la élite de una liga tan exigente como la NFL.

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