Terron Armstead: “La NFL cambia tu cuerpo para siempre”
El exlínea ofensiva de los Miami Dolphins, uno de los mejores en la última década y recientemente retirado, visita AS para repasar su trayectoria. “Pude haber sido olímpico”.
Es media tarde en la redacción de AS y, en medio del habitual bullicio, todas las miradas comienzan a apuntar a la puerta principal. Por allí aparece Terron Armstead (Cahokia, Estados Unidos, 34 años), que con su 1,96 de altura y sus 138 kilos no deja indiferente a nadie. Visita el edificio toda una institución de la última década de la NFL, liga en la que pasó 12 años: los nueve primeros jugó para los New Orleans Saints, y los tres últimos en los Miami Dolphins hasta que, en abril de este año, y después de varios cursos lastrado por las lesiones, dijo basta. Elegido cinco veces para la Pro Bowl, el ‘All Star’, el offensive tackle graba con su móvil las instalaciones, muestra su interés por poder acudir a algún partido de soccer durante estos días en la capital y se sienta para charlar con AS. Por supuesto, estará en el Bernabéu este domingo para ver a sus excompañeros jugar ante los Washington Commanders (15:30, DAZN en abierto y Cuatro). Sobre ello, y sobre toda su trayectoria, habla largo y tendido Terron.
¿Cómo le está yendo en España?
Muy bien. Ya había estado antes. Me encanta este país. Hace tiempo vine a Barcelona unos días y luego a Madrid otros pocos. Puedo decir que Madrid es mi favorita de las dos, quizá también es mi lugar favorito de todos los que he visitado en el mundo hasta ahora.
¿Y qué tal la vida después del fútbol americano?
Está siendo genial. Muy buena. Divertida, diferente. Muchos cambios, pero me lo tomo paso a paso, sin prisas. Hay días más complicados que otros, pero en general está siendo fantástico. Paso mucho más tiempo con mis hijos, viendo cómo crecen y se desarrollan. También me estoy metiendo más en el mundo de los negocios, siendo más activo en mis propios proyectos. Está siendo una experiencia increíble.
¿Echa de menos la NFL?
Hay cosas que sí echo de menos, pero no diría que echo de menos jugar. Creo que ya saqué todo eso de mi sistema. Echo de menos el vuelo de regreso a casa después de una victoria o estar en el vestuario celebrando. Esos 30 minutos posteriores a ganar… no se pueden recrear en ningún otro lugar.
En el instituto destacó en lanzamiento de peso (marca de 18.72 m). ¿Cree que podría haber llegado a un nivel muy alto?
Sí, lo creo. Si hubiera seguido con el atletismo, lanzando peso, creo que habría tenido una oportunidad en los Juegos Olímpicos. Cada año mejoraba, lograba buenas marcas con poca técnica y poca preparación. Con más repeticiones, experiencia y entrenamiento, creo que podría haber sido olímpico.
Jugar a un deporte tan físico y exigente deja mucho desgaste. ¿Alguna vez se arrepintió de haber elegido el fútbol americano y no el atletismo?
No, sin arrepentimientos. He pasado por muchos desafíos, mucha adversidad, muchas lesiones, muchísimas, algunas que me acompañarán toda la vida. Podría pensar que me hice daño permanente o que debí haberme retirado antes, pero no. Cada momento valió la pena.
Hablaba de lesiones permanentes. ¿Cuán grande y agotador es ese desgaste después de 12 temporadas en la NFL?
Todo el que juega, aunque sea un día, en la NFL, sufre alguna lesión. Tu cuerpo cambia para siempre. En mi caso, tuve muchas lesiones graves, muchas cirugías. Mi rodilla derecha es mi niño problemático, algo con lo que tengo que lidiar cada día. He tenido cinco operaciones. En algún momento necesitaré un reemplazo de rodilla. Me molesta todos los días. Pero incluso así, sin arrepentimientos.
Imagino que cada año pensaba si debía seguir o retirarse.
Sí, los últimos tres o cuatro años de mi carrera fueron así. Siempre terminaba la temporada reflexionando sobre quién era como jugador, como hombre, como persona. Hablaba con Dios, buscaba su guía y tomaba mi decisión desde ahí.
Ahora que puede mirar atrás, ¿qué es lo más especial que le ha dado el fútbol americano?
Diría que dos cosas. Primero, los valores: trabajo en equipo, responsabilidad, liderazgo, disciplina. Me moldearon como persona. Y segundo, las conexiones: la gente que conocí, las personas a las que pude ayudar. Esas relaciones humanas son lo más valioso.
Ya retirado, puede hablar de lo importante que es la educación financiera para un jugador. Muchos terminan en bancarrota.
Creo que la educación y la experiencia financiera son de lo más importante que puedo recomendarle a cualquier jugador. Seguiré insistiendo en que aprendan más, en que entiendan bien sus finanzas. Porque no importa cuánto ganes mientras juegas, en algún momento dejarás de ganar. Y si no entiendes el dinero, si no sabes administrarlo, mantener tu estilo de vida puede volverse muy difícil. Incluso si ganaste mucho, no puedes seguir gastando igual, porque ya no tienes los mismos ingresos. Ese simple hecho, que alguien te diga ‘no puedes comprar esto’, es un cambio enorme para muchos jugadores, y a muchos les cuesta adaptarse.
¿Cree que los jugadores reciben suficiente ayuda o depende más del entorno que los rodea?
Está mejorando. Es un tema del que se habla más ahora en el deporte profesional, especialmente en el fútbol americano. Cuando yo era novato, hace 13 años, no se hablaba de dinero ni de negocios. Ahora esas conversaciones ocurren en el vestuario, en el comedor, en las reuniones. Y eso es bueno, porque da a los jugadores la oportunidad de aprender y de entender lo que realmente importa.
Otro tema que ha cambiado es el de la salud mental, aunque desafortunadamente la pasada semana Marshawn Kneeland se quitó la vida. ¿La NFL está haciendo un buen trabajo en este aspecto?
Sí, creo que la NFL ha avanzado mucho en ese terreno. Cuando era novato, apenas se hablaba de ello. El tema de las conmociones, el CTE y todo eso empezó a ganar atención con los estudios, y la liga respondió. Ahora ofrecen recursos: terapeutas, médicos, especialistas… hay más apoyo. La situación ha mejorado mucho.
“Cuando era novato, apenas se hablaba de salud mental, de dinero o de negocios”
Terron Armstead
¿Cuáles diría que fueron los mayores desafíos de su carrera?
Los mentales, sin duda. Las lesiones físicas las manejaba, pero lo más difícil era lo mental. Cuando estás lesionado, sientes que ya no formas parte del equipo. Escuchas las críticas, los fans, la prensa. Tienes que lidiar con el dinero, con los problemas de otros, porque como tienes dinero, terminas ayudando a muchos. Mentalmente es durísimo, y la mayoría de la gente no tiene ni idea de lo que pasa un atleta profesional. No lo digo para pedir compasión, sino para que la gente entienda que somos humanos también.
¿Cómo ve la temporada de los Dolphins, su antiguo equipo?
Este partido en Madrid es una gran oportunidad para ellos, sobre todo después de esa victoria contra los Buffalo Bills, que muchos no esperaban. Es el momento para que empiecen a jugar el fútbol americano que quieren jugar. Ahora se enfrentan a los Commanders, que están pasando por un mal momento, con muchas dudas. Cuando vuelva Jayden Daniels el equipo mejorará, pero de momento no está. Así que es una buena oportunidad para Miami de sumar otra victoria y ganar impulso.
¿Las críticas hacia Tua Tagovailoa son justas?
Tua es el jugador más comentado de la NFL, y no entiendo por qué. Su nombre genera debate enseguida, pero él lo maneja muy bien. Es joven, tiene 27 años. La gente lo critica más que a jugadores con 12 años en la liga. Ser quarterback franquicia en Miami y venir de Alabama atrae muchas miradas. Pero él lo gestiona de maravilla, y me encanta verlo disfrutar, jugar con confianza, hablar un poco en el campo, divertirse. Cuando está a su nivel, es un placer verlo.
Y la última: ¿se ve en la NFL dentro de unos años, quizá como entrenador o directivo?
No creo que llegue a entrenar ni a meterme en una sala de reuniones, pero sí me mantengo cerca del juego. Ahora hago trabajos de consultoría con varios equipos, sobre todo en temas de línea ofensiva y mentalidad. También trabajo en medios de comunicación, así que sigo muy al tanto de todo lo que pasa en la liga. Creo que seguiré en ese camino.
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