El camino hacia Las Vegas comienza bajo cero

El recorrido hacia la desértica Las Vegas, un oasis en medio de la nada de Nevada y donde se celebrará la Super Bowl el próximo 11 de febrero, por curioso que pueda parecer empezará en gélidos territorios. Los playoffs de la NFL echan a andar este sábado con una ronda de Wild Card, la primera de las tres previas a la final, que estará marcada por tres encuentros en los que habrá condiciones extremas. Además, será el fin de semana de los reencuentros, con varios equipos y jugadores recordando momentos de un pasado no tan lejano. Se acabaron los experimentos y, tras 18 semanas de temporada regular, comienzan los enfrentamientos a todo o nada, a vida o muerte. Quien pierda, da por finalizada su temporada. Los únicos que no corren ese riesgo, de momento, son los Baltimore Ravens y los San Francisco 49ers, clasificados directamente a la ronda Divisional por ser campeones de sus respectivas conferencias.

El duelo entre Kansas City Chiefs y Miami Dolphins de esta próxima madrugada (02:00, M+ y DAZN) empezará, previsiblemente, con una temperatura de alrededor de -17º C, y las rachas de viento ártico harán que la sensación térmica pueda estar en torno a los -34º C. Todo apunta a que será el partido más frío de la historia de ambas franquicias (el encuentro más frío de siempre fue la Ice Bowl de 1967 entre Dallas Cowboys y Green Bay Packers, con -25º C y sensación de -44º C), y la estadística dice que eso favorece a los locales: los Chiefs están 9-1 en sus últimos diez partidos en casa con cuatro grados o menos de temperatura, mientras que los Dolphins, acostumbrados a la calurosa Florida, tienen un registro de 0-10 en las mismas condiciones desde 2017. Un partido para auténticos valientes, y por ello en las últimas horas se ha podido ver en portales de reventa de entradas localidades por precios que no superan los 50 dólares, una anomalía en playoffs.

Kansas y Miami se midieron esta misma temporada en Fráncfort, con triunfo para los primeros, y la de esta madrugada será la primera visita de Tyreek Hill al Arrowhead Stadium, donde se convirtió en uno de los mejores receptores de la liga de la mano de Patrick Mahomes, desde su sonada salida en 2022. Los Dolphins serán una prueba de fuego para los vigentes campeones, que no han cosechado la temporada regular que se les esperaba.

La culpa de que los Dolphins tengan que jugar en la gélida Kansas City la tienen los Buffalo Bills, que les ganaron en la última jornada para hacerse con el segundo puesto de cabeza de serie de la AFC. Y en su duelo ante los Pittsburgh Steelers del domingo (19:00), también habrá unas condiciones durísimas. Se esperan casi 18 cm de nieve (ya hay imágenes del Highmark Stadium cubierto de un manto blanco), vientos de 80 km/h y máximas de -4º C. Los de Buffalo han ido de menos a más a lo largo del año, y han acabado a un más que aceptable nivel para estar en las quinielas a candidatos para llegar a la Super Bowl siempre y cuando Josh Allen no regale el balón más de la cuenta. Esa es precisamente la gran esperanza de los Steelers, un equipo cimentado en la defensa y con serias dudas en la posición de quarterback, que visitarán Buffalo en postemporada por primera vez en su historia.

Para rematar el fin de semana de inclemencias meteorológicas, en el Tampa Bay Buccaneers ante Philadelphia Eagles de la madrugada del lunes al martes (02:15) están anunciadas fuertes tormentas con riesgo de presencia de hielo. Más problemas para los Eagles, finalistas el año pasado, que están sumidos en una absoluta crisis deportiva (cinco derrotas en sus últimos seis partidos jugados) y con su quarterback, Jalen Hurts, entre algodones después de lastimarse un dedo en su mano de lanzamiento durante el último partido de la temporada regular. También llega tocado Baker Mayfield, quarterback de los Bucs, al haberse dañado su tobillo esta semana. Los otros tres partidos, incluido el Houston Texans-Cleveland Browns con el que empiezan hoy los playoffs (19:00), por suerte para sus protagonistas, se jugarán en estadios cubiertos.

Ese duelo entre Texans y Browns tendría que haber sido el reencuentro de Deshaun Watson con los de Houston, de donde salió en medio de las acusaciones contra él por acoso sexual para firmar un megacontrato en Cleveland. Su lesión para toda la temporada lo imposibilita, pero los Browns miran con más ilusión todavía a estos playoffs después de haber encontrado oro en Joe Flacco, quarterback ganador de la Super Bowl en 2013 con los Ravens y que una década después, con 38 primaveras, estaba prácticamente retirado antes de ser fichado de urgencia por los de Ohio, donde está brillando y de qué manera en las últimas semanas.

Mucho más romántica, y por un buen motivo, será el partido en la madrugada del domingo al lunes (02:15) entre Detroit Lions y Los Angeles Rams. Los primeros vivirán un partido de playoffs en su estadio por primera vez en 30 años, una locura para una ciudad entregada al deporte, y tendrán enfrente a Matthew Stafford, quien fue su quarterback entre 2009 y 2020 y que es tremendamente querido allí. En 2021, Stafford fue traspasado a los Rams, con los que ganó la Super Bowl en su primera campaña con los angelinos. La moneda de cambio fue Jared Goff, quien ahora ha liderado a los Lions en una grandísima temporada de los de Detroit. La ronda de Wild Card se completará con el enfrentamiento entre Dallas Cowboys y Green Bay Packers del domingo (22:30), con el entrenador jefe de los locales, Mike McCarthy, midiéndose a vida o muerte con el equipo al que gestionó entre 2006 y 2018, Super Bowl incluida en 2010. La victoria es obligada para los Cowboys, principales candidatos a dar guerra a los 49ers en la NFC y sedientos por capturar un trofeo Vince Lombardi que no levantan desde 1995. Demasiado tiempo para el ‘equipo de América’. El camino hacia la desértica Las Vegas comienza bajo cero.

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