Comienza la NFL: todos contra Mahomes en la nueva ‘era post Brady’

La de 1999 fue la última temporada en la que el nombre de Tom Brady no figuraba en ninguna de las 32 plantillas de la NFL. Hasta este año. Tras 23 fructíferas campañas en la élite del fútbol americano, el mejor jugador de todos los tiempos echó el telón a su carrera de leyenda el pasado mes de febrero. Y, con ello, la liga se adentra desde hoy en una nueva etapa, una especie de guerra de sucesión en la ‘era post Brady’, que será inaugurada, precisamente, por el quarterback llamado a ser el heredero del siete veces campeón y referente en el nuevo ciclo: Patrick Mahomes. Los Kansas City Chiefs, defensores del anillo conseguido en la Super Bowl, abren esta madrugada (02:20, Movistar+ y DAZN) ante los Detroit Lions una temporada de la NFL repleta de emoción, incógnitas, altas expectativas... En resumen, una temporada de puro fútbol americano.

Como si estuviese guionizado por una superproducción de Hollywood, el año pasado tuvo un desenlace hasta romántico: Brady dijo basta después de dos décadas de tiranía para que, acto seguido, Mahomes se echase al dedo el segundo anillo de su carrera con 27 años y se ganase a pulso el cartel de heredero. Nadie en la nueva generación ha calado tanto como el de los Chiefs, un diamante en bruto para la NFL tanto dentro del campo como fuera del mismo. Por ello, con el rey Brady derrocado, la temporada 2023 se presenta como un todos contra Mahomes y sus Chiefs, que vuelven a estar en todas las quinielas por el título.

Porque, como no podía ser de otra manera, los Kansas City Chiefs son unos de los principales aspirantes a la Super Bowl. Durante el verano han conseguido mantener casi todo el bloque que les ha llevado a lo más alto durante el último lustro, y la plantilla que hace siete meses levantó el trofeo Vince Lombardi apenas ha sufrido mínimos retoques. Mahomes seguirá acompañado de su fiel escudero, Travis Kelce, indiscutiblemente el mejor ‘tight end’ de la liga, en la que es la dupla más letal de toda la liga. Pero la lista de candidatos a hacerles mover el polvo es tremendamente amplia en una de las temporadas más abiertas de siempre.

Ampliar

Con mucha hambre, y sobre todo con sed de venganza, llegan los Philadelphia Eagles. El proyecto de Nick Sirianni se confirmó el año pasado como uno de los más potentes de toda la NFL, con el quarterback Jalen Hurts manejando la batuta a las mil maravillas, pero se quedaron a un paso del título. Han sufrido bajas en defensa, pero sigue siendo de garantías, más todavía sabiendo que tienen un ataque arrollador. Un bloque similar presentan los San Francisco 49ers, que han solucionado a última hora uno de los culebrones del verano: enseñaron la puerta a Trey Lance, gran apuesta de futuro de los de la Bahía, y decidieron que su quarterback titular será Brock Purdy, el joven elegido en el último puesto del Draft de 2022 que maravilló la anterior campaña. La incorporación de Christian McCaffrey dio al ataque una nueva dimensión, y su defensa seguirá siendo la peor pesadilla de sus rivales.

Como en los años anteriores, en las quinielas a la Super Bowl continuarán franquicias como los Buffalo Bills o Cincinnati Bengals, equipos que lo han tenido cerca en el pasado pero que no han sabido rematar. Otras como los New York Giants, Pittsburgh Steelers, Los Angeles Chargers, Miami Dolphins, Baltimore Ravens o Dallas Cowboys están llamados a dar un paso adelante. Algo que, a buen seguro, harán los New York Jets gracias a un hombre: Aaron Rodgers. El veterano quarterback de 39 años fue uno de los nombres propios de la pretemporada (seguramente junto con Lamar Jackson, que finalmente renovó con los Ravens) y, tras 18 temporadas y un anillo en los Green Bay Packers, se unió al ambicioso proyecto de la Gran Manzana. Rodeado de multitud de talento joven, el cuatro veces MVP de la NFL está ante uno de los últimos intentos de su carrera para conquistar otro anillo. Y tampoco se puede descartar a equipos en crecimiento, como los Detroit Lions, los Jacksonville Jaguars o los Seattle Seahawks.

Por delante, 18 semanas de temporada regular (cada equipo juega 17 partidos y descansa una vez) más los playoffs para despejar la gran duda: si Mahomes y sus Chiefs serán capaces de implantar una dictadura al estilo de la Brady-Patriots. El heredero tiene capacidades de sobra para lograrlo, y ahora toda la liga tiene la mira puesta en él. Es el hombre, y el equipo, a batir en esta nueva era de la NFL. Una etapa sin Tom Brady, pero con una camada de talento que pocas veces se ha visto. Arranca una guerra de sucesión.