Los veteranos están en peligro de extinción en MLB
Los beisbolistas de 36 años o más están siendo desplazados en Grandes Ligas como nunca antes.


En una era donde la tecnología ha redefinido el beisbol y los datos dictan decisiones con la frialdad de un algoritmo, los peloteros veteranos han pasado de ser estandartes de liderazgo y experiencia a piezas prescindibles. La temporada pasada, los jugadores de 36 años o más tuvieron la menor cantidad de apariciones al plato desde 1977. Si el dato no estremece, pongámoslo en perspectiva: hubo cuatro equipos menos en aquel entonces.
Tim Verducci, de Sports Illustrated, recopiló cifras que retratan el ocaso de los jugadores experimentados. En 2010, los peloteros de 36 años o más representaban el 7 por ciento de las apariciones al plato; en 2023, la cifra cayó a un escuálido 2.7%. Y la tendencia no muestra signos de revertirse.
El beisbol ha cambiado de ritmo. La velocidad y las condiciones atléticas han desplazado a la sabiduría y la paciencia. A medida que los pitcheos adquieren más efecto y los swings se vuelven más violentos, el margen de error para los jugadores de más edad se ha reducido drásticamente. En 2023, los veteranos batearon para .241, el peor promedio de este grupo desde 1967. Su línea ofensiva de .241/.305/.393 estuvo por debajo de los promedios generales de la liga, señal clara de que la tendencia de su declive ya no es accidental, sino estructural.
La rigidez en los rosters tampoco ayuda. Con solo cuatro jugadores de banca en cada equipo, la flexibilidad es clave. Los jugadores más jóvenes, más versátiles, ocupan esos lugares. El concepto del bateador emergente veterano, el especialista en salir del dugout para un turno clave, es ahora una rareza. Lenny Harris, Matt Stairs o Manny Mota se habrían quedado sin trabajo en la MLB moderna.
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Los lanzadores no están exentos de esta purga. Las aperturas para pitchers de 36 años o más cayeron un 36 por ciento la temporada pasada.
Grandes nombres sin trabajo
Los nombres de quienes se quedaron sin empleo este año son pesados: Matt Carpenter, José Abreu, JD Martínez, Adam Duvall, Yasmani Grandal, Whit Merrifield, Anthony Rizzo, Aaron Hicks, entre otros.

Tommy Pham, de 37 años, es un caso ilustrativo. No encontró equipo hasta el 16 de febrero, cuando los Pirates de Pittsburgh decidieron darle una oportunidad. Y eso que venía de una temporada respetable en 2023, con un OPS+ de 111 en 129 juegos.
“De hecho, pensé que sería más difícil este año”, dijo Pham. “Los equipos analizan no solo lo que hiciste, sino lo que esperan que hagas. Y cuando envejeces, la edad no te favorece”.
Andrew Heaney, lanzador de 33 años, cuenta una historia similar: “Durante la agencia libre, un equipo me preguntó si aceptaría ir a ligas menores si decidían enviarme allí. Sólo te preguntan eso cuando ya tienen la intención de hacerlo”. Es una lógica cruda: los equipos prefieren jugadores con opciones de ser enviados a ligas menores, asegurando así una rotación constante de talento fresco.
Pero la juventud a ultranza también tiene un precio. La ausencia de veteranos ha diluido el liderazgo en los clubes. Pham y Andrew McCutchen, de 38 años, son los únicos jugadores mayores de 33 años en los Pirates, y su presencia es crucial. “Todos los jóvenes me hacen preguntas a diario”, dice Pham. “Nunca me habían preguntado tanto sobre el juego. Y la verdad, me encanta”.
La historia del beisbol está repleta de equipos que confiaron en veteranos para ganar campeonatos. Pero los tiempos han cambiado. Los Rangers de Texas, campeones de 2023, y los Dodgers de Los Ángeles, campeones de 2024, no le dieron ni una sola aparición al plato a un jugador de 36 años o más. Y desde que se implementaron las pruebas antidopaje, ningún equipo ha ganado la Serie Mundial con al menos 800 apariciones al plato de veteranos.

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Los datos dictan que el final está cerca. Pero el beisbol, ese deporte que respira nostalgia y venera su historia, podría estar perdiendo algo más que viejas estrellas. Está perdiendo el eslabón que une generaciones, la sabiduría transmitida de boca en boca, el jugador que sabe cómo mantener la calma en octubre porque ya lo ha vivido. La prisa por encontrar la siguiente gran estrella podría estar borrando demasiado rápido la firma de quienes escribieron el juego antes de ellos.
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