Los Chiefs vencen a los Jaguars con Mahomes lesionado
Los Kansas City Chiefs sobreviven a la lesión de Mahomes, que siguió en el partido a pesar de ello, para superar a los Jacksonville Jaguars y entrar en el AFC Championship.
La superioridad de Patrick Mahomes es tan evidente que sus Kansas City Chiefs son capaces de ganar incluso con el quarterback de 27 años cojo. La lesión del líder de los Chiefs en el primer cuarto hizo saltar todas las alarmas en el Arrowhead Stadium, donde más de 75.000 aficionados contuvieron la respiración al ver el modo en el que el tobillo derecho de Mahomes era aplastado por dos defensores. Resistió el quarterback, que regresó al partido en la segunda mitad y completó el encuentro prácticamente a la pata coja, y sobrevivieron los Chiefs, que superaron a los Jacksonville Jaguars por 27-20 para alcanzar por quinto año consecutivo el AFC Championship, la final de conferencia.
Chiefs y Jaguars se encargaron de abrir la ronda Divisional de los playoffs de la NFL con un encuentro en el que los locales partían como claros favoritos, aunque los de Jacksonville podían llegar a ser un equipo muy incómodo. Tras finalizar las dos temporadas pasadas con el peor balance ganador de toda la liga, la franquicia de Florida sufrió este año un lavado de cara a manos del entrenador Doug Pederson. Recibieron el primer golpe del duelo cuando, en su primera posesión del partido, los Chiefs anotaron un touchdown gracias a una imparable conexión entre Mahomes y Travis Kelce. No se achantaron los Jaguars, que respondieron de inmediato con un touchdown que confirmó que Trevor Lawrence no iba a arrancar el partido como hace una semana ante los Chargers (lanzó cuatro intercepciones en la primera mitad).
Fue en el siguiente drive cuando se produjo el momento clave del partido, y puede que también de los playoffs. Mahomes, que llevaba un buen rato siendo acosado por la línea defensiva de los Jaguars, fue llevado al suelo entre dos jugadores de Jacksonville y la mala fortuna hizo que su tobillo derecho fuese aplastado por la rodilla de un rival. El quarterback que este año ganará su segundo MVP rápidamente mostró signos de dolor y acudió a la banda de su equipo. Pese a casi no poder apoyar la pierna derecha, Mahomes (con un vendaje en el tobillo) comandó las siguientes jugadas de unos Chiefs que optaron por acciones de carrera para no forzar a su quarterback y que acabaron embolsándose un field goal. Ya en la banda, el staff técnico de los Chiefs prácticamente obligó a Mahomes a marcharse al vestuario para ser explorado, algo que no le hizo nada de gracia a Patrick. El partido continuaba jugándose, pero todos los ojos apuntaban a ese maltrecho tobillo de la estrella de los Chiefs.
El sustituto de urgencia de Mahomes fue Chad Henne, un quarterback que, en 15 años en la NFL, ha lanzado más intercepciones que pases de touchdown. Fue ahí cuando el resto de jugadores de ataque de los de Kansas City dio un paso adelante para facilitarle las cosas a un Henne que tenía una papeleta nada sencilla. Encontró con asiduidad a un Travis Kelce que siempre aparecía solo ante la impasibilidad de la defensa rival para dar a su equipo siete puntos vitales en un momento de crisis. Los Jaguars, con un plan de defensa bastante dudoso, estaban dejando pasar una oportunidad de oro ante unos heridos Chiefs, que sobrevivieron y se fueron al descanso por delante en el marcador (17-10). La expectación era máxima por saber en qué estado se encontraba Mahomes, y el Arrowhead Stadium estalló de júbilo cuando se anunció que el quarterback volvería al partido al inicio del tercer cuarto.
Mahomes regresó, sí, pero lo hizo muy limitado. Con una alarmante cojera, el ganador de una Super Bowl no era capaz de ejecutar pases demasiado profundos o aquellos que requerían de una movilidad muy rápida. Incluso lastraba a su equipo en las jugadas de carrera, y es que tardaba demasiado en alcanzar a su corredor, a quien llegaba a la pata coja. Los Chiefs se fueron de vacío en dos posesiones consecutivas, pero los Jaguars seguían sin aprovechar el momento. El ataque de Jacksonville perdió el punto de creatividad que siempre caracteriza a Doug Pederson, quien pecó de amarrategui en un tercer cuarto en el que su equipo podía haber hecho mucho más. Una sucesión de jugadas conformistas impedía a los de Jacksonville mover cadenas, y por ello encararon el periodo final con una desventaja de 10 puntos. Despertaron precisamente en ese cuarto de hora final cuando, tras una sensacional combinación de carreras y pases valientes, un touchdown les colocó a tres puntos de los Chiefs.
Pero, en el momento de la verdad y a pesar de una cojera que no remitía, Mahomes emergió de nuevo como el superclase que es. Solo necesitó una pierna (y la inestimable ayuda de un Travis Kelce que finalizó con 14 recepciones, récord de un tight end en la historia de los playoffs) para enhebrar una perfecta posesión que culminó en un touchdown que daba el jaque a los Jaguars. Lo pelearon los visitantes, que acariciaban una anotación en los minutos finales que le habría dado emoción a la conclusión del encuentro. Sin embargo, regalaron el balón en las dos oportunidades finales que tuvieron: primero fue un fumble de Agnew y, a continuación, una intercepción a Lawrence. Los Kansas City Chiefs sobrevivieron a la lesión de su líder, y el ‘cojo’ Patrick Mahomes se convirtió en inmortal. Queda por ver, eso sí, el alcance de los problemas en su tobillo derecho de cara al AFC Championship, en el que los Chiefs esperan al ganador del Buffalo Bills-Cincinnati Bengals. Será la quinta vez consecutiva en la que los de Kansas City disputan el partido que da acceso a la Super Bowl. Y, curiosamente, cinco son las temporadas en las que Mahomes lleva ejerciendo como quarterback titular de los Chiefs. Un hombre que gana hasta a la pata coja.