La ventana de noviembre: un salto de calidad para el rugby español

Poco a poco se van notando en el rugby español los efectos de la clasificación mundialista, esperada durante un cuarto de siglo. Especialmente a nivel internacional, como muestra la ventana de noviembre a la que se enfrentan desde este sábado (17:00, RTVE Play), en Butarque contra Irlanda A (su equipo B en realidad, usos y costumbres extraños del mundo oval), los Leones. Un salto de calidad por rivales, además de este Inglaterra A (sábado 15 a las 17:00) y Fiyi (sábado 22 a las 17:00); por escenarios, Zorrilla para el segundo choque y el Ciudad de Málaga para el tercero; y por convocatoria.

A lo largo del mes desfilarán ante los aficionados españoles los grandes nombres de un grupo que, en el segundo año año de Pablo Bouza al mando, se va definiendo y compactando a medida que se acerca el Mundial de Australia 2027. Jon Zabala, Joel Merkler, Kerman Aurrekoetxea y hasta el poderoso Samu Ezeala, la guinda que Bouza llevaba tiempo rondando y al fin ha conseguido liberar de las cadenas del Top-14 francés, tras arduas negociaciones con Stade Français que habían descarrilado en anteriores intentonas, están en nómina para alguna de estas tres citas.

“Será un gran desafío a nivel de juego y de rivales”, valora el argentino. “Yo creo que el equipo tiene que crecer. Y cuando hablo de crecer, no hablo de resultados. Hay cosas que desde el primer año que estamos, como la mejora física, se vienen haciendo para llegar de la mejor forma al Mundial 2027”, añade. “Sabemos que Irlanda juega a un juego en todo su equipo, todas sus categorías juegan al mismo sistema, muy inducido en su juego. Mucha estructura, mucha velocidad y muy físicos. Y hemos preparado el partido con la intensidad que necesitas para contrarrestar y para imponerte a eso", analiza al rival, que sustituyó a Tonga cuando ese duelo, previsto en un principio, se cayó. No es la Irlanda que juega el Seis Naciones, ni lo será la versión inglesa que visite Pucela, pero sus planteles se componen de jugadores que están en el radar de sus equipos principales y de otros que ya han llegado a debutar con ellos.

La venida de Ezeala, un ala de la escuela contemporánea, pura potencia en sus 1,87 y casi 100 kilos, refuerza el cambio de paradigma en la relación con los clubes de élite franceses, cuyos recelos adquiridos tras los dos fiascos clasificatorios que precedieron a esta bonanza van quedando desnudados en esta progresión internacional al amparo de World Rugby. “Tantas veces he ido a Francia que nos abrió la posibilidad de planificar cuándo pueden venir. Se da que por ahí ahora hay más jugadores jugando en el Top-14, que yo creo que es la liga más importante del mundo a nivel clubes, que vienen“, apuntó.

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“Es muy bueno que los jugadores quieran venir y que los clubes les dejen venir. Hay dos cosas: primero el club lo tiene que dejar venir y también el jugador tiene que querer venir. Porque el jugador muchas veces siente la presión del entrenador o del mánager del club que le pone presión para que no vengan o que no sea tan fácil venir”, explicó de nuevo las dinámicas de negociación de las listas Bouza. Y puso en valor las estructuras que se han ido creando en los últimos años, “porque ahora los que pasan por Sub-18 o Sub-20 saben lo que quieren los entrenadores de arriba”, ante una ventana que es otro paso adelante del rugby español.

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