España merienda spaguettis
La Selección española de waterpolo, que llegó a perder por 7-10, se exhibe en el último parcial (14-12) y se mete como primera de grupo directa a los cuartos donde le esperaría Montenegro.
La Selección española de waterpolo jugó muchos partidos en Sopron (Hungría) en el duelo ante Italia. Un hooligan del waterpolo se entusiasmaría con el 5-2 del primer parcial pero lanzaría el televisor por la ventana después del 10-7 del tercero, un tobogán quizás marcado por la tensión de un partido crucial para determinar el orden del grupo. Ser primero te llevaba con Montenegro en cuartos de final, un duro rival pero que está en plena transición. Ser segundo te hubiera emparejado con Hungría, campeona de Europa, bronce olímpica, el equipo con más talento que además tendrá la grada a favor en el infierno de Isla Margarita. España, en un último cuarto soberbio, deshojó el partido a su favor (14-12).
El partido ya se sabía que iba a ser como un volcán. Italia dejó a España noqueada en la final del Mundial de Gwangju, como el equipo de David Martín los había dejado con cara de pocos amigos en el Europeo de Barcelona 2018, cuando cambió la historia con ese pase a la final. Por eso quizás los españoles salieron dispuestos a no dejarse amedrentar y a marcar territorio. Famera, De Toro y Larumbe anotaron el 3-0 para la Selección española en apenas tres minutos. Italia vio pasar un tren de alta velocidad y no era capaz de romper la defensa española, muy inspirada en todo el campeonato. Pero la ‘settebello’ no se puede dar nunca por enterrada, maneja todos los trucos de la chistera. Pese a los goles de Munarriz y Tahull desde la boya, Italia encontró los espacios y a sus lanzadores. 5-4 para España al final de un primer cuarto demasiado abierto.
Italia había encontrado la lleva de la portería española y ni la defensa ni Unai Aguirre, el joven portero de 19 años, estuvieron demasiado inspirados en el segundo parcial. Italia les endosó un parcial de 6-1. Solo Larumbe fue capaz de anotar. Cuando el partido se iba por el sumidero, España se tranquilizó y Sanahujo anotó dos tantos, uno de ellos al contraataque, para irse al descanso con el 8-10 en contra. Los primeros dos cuartos habían sido una salvajada, una montaña de emociones y de racha. Los de David Martín iban en desventaja pero debían templar los nervios y recuperar su juego.
El seleccionador hasta dio entrada a Lorrio en la portería para cambiar la dinámica de los acertados italianos. Di Fulvio anotó el 11-8 y en el tercer cuarto se redujo el tanteo pero no la ventaja italiana (10-12). España había detenido la hemorragia, pero necesitaba dar el arreón. Aguirre volvió a la portería. Y España encontró el camino de los goles, de las defensas perfectas, de la victoria y del liderato del grupo. Granados marcó tres de los últimos cuatro goles y Tahull puso la guinda en una superioridad. 14-12. España dejó la portería a cero y marcó cuatro goles. Una reacción de campeón, una merienda de spaguettis para seguir fuertes en este Mundial de Budapest.
Los españoles se trasladarán a la capital húngaro donde el martes disputarán su partido de cuartos de final teóricamente ante Montenegro. Los balcánicos perdieron ante Hungría en la fase de grupos por 11-8 y están inmersos en una renovación. Un equipo duro, difícil de batir pero donde los españoles, más sólidos y con experiencia, deben imponer su juego. Un partido que da acceso a soñar de nuevo con las medallas.