España hace los deberes pero tendrá que jugar la repesca

La selección española cerró este domingo el último partido de la primera fase del clasificatorio para el Clásico Mundial de béisbol con una contundente victoria por 9 carreras a 1 ante Sudáfrica, que se despidió del torneo tras no conseguir ninguna victoria en los tres partidos que disputó.

Con este triunfo, España cerró la primera fase con un récord de dos victorias, además de esta la sumada en el estreno ante Taiwán, y una derrota con los que a la postre han sido los lideres de grupo, Nicaragua. Estos debían perder para que España pudiese sacar billete directo a la cita de 2026, pero se impusieron a los anfitriones (0-6) y se lo adjudicaron.

El partido de España estuvo claramente marcado por la gran actuación de Pablo Guillén desde el montículo, consiguiendo este domar los bates de los sudafricanos durante buena parte del partido y sumando en el camino un total de 8 ponches, cifra que lo pone en el top de strikeouts en un clasificatorio.

El dominio de Guillén le dio oportunidad a los bates españoles para ir abriendo brecha, cosa que hicieron bien temprano con buenos contactos que fueron remolcando carreras poco a poco para que fueran, finalmente, los cuadrangulares de Rusber Estrada y Jesús Ustariz los que terminaran de rematar el trabajo.

Al no darse el triple empate que habría favorecido a la Selección, esta acabó segunda de grupo y quedó abocada a la repesca, que jugará el martes, en un duelo de todo o nada, contra Taiwán (12:00 en España, en directo por el canal de YouTube del WBC).

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