Daniel Jones y los Giants agotan la flor de los Vikings
Los New York Giants se impusieron en el estadio de los Minnesota Vikings con una gran actuación de Daniel Jones. Esperan a los Eagles en ronda Divisional.
Quien juega con fuego, es posible que se acabe quemando. Esto mismo le ha pasado a los Minnesota Vikings, que cayeron eliminados en la pasada madrugada al perder en Wild Card frente a los New York Giants por 24-31. Después de llevar toda la temporada caminando sobre un alambre, los Vikings se precipitaron al vacío en el momento de la verdad y los Giants lograron su primer triunfo en playoffs desde 2011, cuando levantaron la Super Bowl. El gran nombre del encuentro fue el de Daniel Jones, quarterback de los neoyorquinos, quien se reivindicó en un gran escenario para acallar todas las dudas surgidas a su alrededor en los últimos años.
Minnesota llegaba a playoffs siendo el tercer cabeza de serie de la NFC y con un récord de 13-4. La teoría dice que los Vikings debían ser un equipo temido en postemporada, pero la realidad es que su año había dejado muchas lagunas. En las tres derrotas, los de Minneapolis dejaron una muy mala imagen (cayeron 3-40 ante Dallas y 41-17 frente a Green Bay), y ni siquiera los triunfos convencían. De los 13 partidos ganados por los Vikings, 11 de ellos fueron decididos por un touchdown de diferencia o menos. Eso sí, mostraron un 100% de efectividad en aquellos partidos decididos por una anotación. Minnesota ha estado toda la temporada jugando con fuego, y les había salido bien hasta ayer, cuando se acabaron quemando en el peor momento posible al perder por primera vez un partido decidido por siete puntos o menos.
La primera parte fue un festín ofensivo, especialmente de unos Giants que anotaron en sus tres primeras posesiones con un gran equilibrio entre potentes carreras de Saquon Barkley y aciertos con el pase de Daniel Jones. Los de Nueva York son otro equipo esta temporada, y el principal culpable de ello es Brian Daboll. El entrenador tomó en 2022 las riendas de una franquicia que llevaba demasiados años en el desierto: desde la salida del legendario Tom Coughlin (con el que ganaron dos anillos) en 2016, por la Gran Manzana pasaron cinco entrenadores en seis temporadas. La última campaña, con Joe Judge a los mandos, fue un completo desastre y, tras acabar con un récord de 4-13, también fue cesado el general manager, Dave Gettleman, para confiarle el puesto a un Joe Schoen que le dio a Daboll las llaves del equipo. Y estos cambios surtieron efecto. Con una plantilla muy similar a la de hace un año, los Giants han sido un equipo completamente radical. Y el técnico canadiense es el principal culpable.
El fulgurante inicio de los de Nueva York fue una buena muestra de las señas del equipo creado por Daboll. Valentía en ataque, importancia del juego de carrera y confianza en el quarterback para tomar decisiones, defensa agresiva que no deja tiempo para pensar al rival... Los Vikings aguantaron el ritmo gracias a un omnipresente T.J. Hockenson, que se erigió como el líder del ataque. Su defensa, como todo el año, sufrió y pecó de errores de disciplina. Tras el 14-17 del descanso, los visitantes siguieron imponiendo un altísimo ritmo en ataque. Y fue aquí cuando Daniel Jones se hizo dueño del partido. El quarterback neoyorquino, elegido en el sexto puesto del Draft de 2019, ha sido siempre cuestionado desde su llegada a la liga. Con una trayectoria de luces y sombras, Jones debutó en unos playoffs con la intención de demostrar que tiene lo necesario para comandar una franquicia ganadora. Y vaya si lo hizo. Dominó el partido a su antojo y maniató a una defensa de Minnesota a la que volvió loca con 78 yardas de carrera y 301 de pase.
En el partido más importante de su carrera, Jones dio un fuerte golpe sobre la mesa. Derrochó valentía y casta, sin rehuir del contacto con la defensa rival y luchando por cada yarda como si su vida dependiese de ello. Los Giants, envueltos en muchas dudas sobre su futuro con Jones, decidieron no extender su contrato hasta un quinto año. Quizás después de este partido de Wild Card, en el que acabaron ganando gracias a un touchdown de Barkley en el último cuarto tras un sensacional drive de Jones, se arrepienten de aquella decisión y puede que les toque pasar por caja para retener al quarterback. Los Vikings tuvieron una última oportunidad para igualar el partido, pero la desperdiciaron en un cuarto down en el que se jugaron un inexplicable pase de tres yardas. De tanto jugar con fuego acabaron abrasados. Los Giants, en los que reina la ilusión, avanzan a una ronda de Divisional en la que viajarán a Philadelphia para medirse con los primeros cabezas de serie de la NFC, los Eagles. Ya se han enfrentado dos veces esta temporada, ambas con triunfo de los de Philly. Pero ahora los Giants llegan lanzados y con Daniel Jones a pleno rendimiento. La Gran Manzana tiene un nuevo ídolo.