Un Barça de récord se mete en la tercera final consecutiva

El Barça mantiene su fiabilidad y ya establece un récord: es el primer equipo que desde que se disputa el desenlace por el sistema de Final Four va a pelear por el título en tres ediciones consecutivas. Hasta ahora ningún conjunto ha logrado revalidar el título dos años seguidos, y los barcelonistas podrían conseguirlo este domingo (18:00, DAZN, Esport3) si vencen a Kielce, el equipo polaco que se ha convertido en su bestia negra particular, el único con el que han perdido dos partidos en la misma temporada en los últimos doce años. Para encontrarse con los Dujshebaev han dejado en la cuneta al Kiel, en una especie de revancha de la final de 2020 que ganaron los alemanes. Esta vez en Colonia el triunfo ha sido azulgrana y sin sufrir: 34-30 (19-18).

El Kiel y el Barça rivalizan por dominar Europa (tres Champions cada uno), pero la competición en absoluto es barcelonista: 10 títulos en quince finales, y ahora está en la dieciséis porque fue mejor que los zebras en un partido en el que los porteros no fueron un factor en la primera parte, y en la segunda Gonzalo Pèrez de Vargas aportó más que Landín, que no pudo reivindicar su elección de mejor portero del año en la Champions.

Esa primera parte fue un intercambio de goles, con unas defensas permeables, que en el caso de Barça permitía que el pivote Wiencek sumase goles y goles sólo contra Gonzalo. No había caso porque ninguna de las dos escuadras estaba por la faceta de imponer el músculo.

Jicha recordó el triunfo en Colonia en diciembre de 2020, y apostó por el ataque con siete a partir del minuto 20. Pero en este encuentro o el Barça de Ortega estaba avisado y con la lección aprendida, o el Kiel lo hizo peor porque no tuvo éxito. Las bajas de Sagosen y Pekeler también son una justificación para el cuadro alemán,

Todo estaba por decidir en el descanso (19-18) y la segunda mitad se explica con unos detalles: Gonzalo dio un paso al frente y aportó; la defensa azulgrana se hizo más sólida, el equipo corrió al contragolpe, y tuvo al extremo Gómez en plan estelar: 12 tantos de 13 tiros (en realidad, 12 en 12 acciones de gol, porque en el fallo recuperó el balón y marcó, y se queda a uno del récord de Juanín García en un partido de la Final Four).

Si el Kiel acabó con un marcador casi aceptable sólo se explica porque el Barça sufrió en dos ocasiones una doble exclusión: en la escapada inicial que con 23-20 permitió a los alemanes volver al encuentro; y en la recta final, con 31-26, que entre la roja a Ben Ali y un mal cambio de Mem generó un atisbo de nervios porque Ortega ordenaba ataques largos y la amenaza del pasivo estaba ahí: encajó un 0-3, pero un acción de N´Guessan cuando aquello pintaba mal sentenció lo que se daba.