Tremenda decepción y vuelta a casa de las Guerreras
Con derrota ante Polonia se acabó el Europeo para España en un día en el que todo que podía salir mal salió mal.
España se vuelve a casa. Debía ganar, o empatar, ante Polonia y sufrió una dolorosa derrota: 26-23 (14-12). Un resultado decepcionante por las expectativas generadas en los últimos diez días. Sin embargo, en el partido decisivo, la ansiedad atascó al conjunto de Ambros Martín.
Se marcaron tres goles lanzando sin portera (Nicole Wiguins, Vegué y Arroyo), porque Polonia empleó el ataque en superioridad, pero las Guerreras se dejaron cuatro cuando no era necesario saltarse pasos y el marcador pedía asegurar.
Las más destacadas, las extremos Vegué y Erauskin, y las pivotes soportando la dureza del equipo polaco, pero el partido pedía otra cosa. Jugadoras como Carmen Campos, Jennifer Gutiérrez o Paula Arcos, ya curtidas, quizá por esa condición de liderazgo, no aportaron lo que ellas llevan demostrando durante años.
Polonia tardó dos ataques en mostrar sus cartas: siete en ataque, una y otra vez, sin necesitar más. Fue su seña de identidad y siempre tocando a las españolas en defensa, sin importarle las exclusiones. A España le faltó tranquilidad, no había necesidad de jugar a mil por hora, que eso lo que realmente era una precipitación constante, sin beneficio de ningún tipo.
Morales, Vegué, Gutiérrez, Somaza... tiraron a puerta sin meta y fallaron desde 28 metros. Cuando se tiene extremos rápidas el juego lo que pide es un pase más, lanzar desde más cerca, no arriesgar tanto desde tan lejos. Tampoco fue el día de las laterales: Danila So Delgado parecía otra diferente a la que jugó ante Francia, Ester Somaza tampoco soltaba el brazo como ante Portugal...
Es la cara amarga de un equipo que partía de la nada porque ocho jugadoras eran debutantes y estaba en caída libre en los últimos tres años, pero que había dado una imagen de alegría y frescura que parecía que iba de cabeza a Debrecen (Hungría) para jugar en la fase principal del Europeo entre las doce mejores. Volver a casa este martes no entraba en los planes, aunque se sabía antes de salir de Madrid que eso podía ocurrir.