Stupa y Di Nenno rompen la imbatibilidad de Tapia y Coello
El título femenino en Valladolid es para una espectacular Bea González y Delfina Brea ante Marta Ortega y Gemma Triay.
La racha de victorias consecutivas de Tapia y Coello en el WPT se ha quedado en 46. Una marca impresionante para una pareja formada este mismo año, y que parecía que era imposible de superar, y menos en una pista rápida como la de Valladolid, en la Plaza Mayor, sometida por un sol abrasador (36 grados). Pero cuando menos se esperaba, Tapia y Coello han resultado terrenales, y en un encuentro para ver en más ocasiones, Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno han hecho lo que parecía imposible tras sufrirlos torneo tras torneo: 4-6, 6-4 y 7-6 (4) para sumar su primer Master. El femenino fue para Bea González (19), la más joven en conquistar un torneo de esta categoría, y Delfi Brea ante Marta Ortega y Gemma Triay (6-2, 5-7 y 6-2).
Valladolid tiene desde hoy una musa, la malagueña Bea González, porque además de ser la mejor en la final, con unos golpes de remate poco usuales en el cuadro femenino, unas recuperaciones inverosímiles en salidas de la pista, y un derroche físico imponente, ella interacciona con los aficionados al final de cada punto. Su concentración le permite esas cosas, por eso puso a la Plaza Mayor en un puño en el segundo set (5-5) cuando se enganchó con la red y sufrió una caída más espectacular que grave. Respecto al partido, Bea siempre estuvo, y el resto intermitente: en el primer set González y Brea rayaron a gran altura; en el segundo Delfi se equivocó, Marta Ortega dio un paso al frente, y de ahí el marcador; y en el tercero, la misma historia del primero, con Marta defendiendo en solitario y Gemma más preocupada de definir para darle la réplica imposible a una Bea sencillamente fantástica.
En la final masculina, Stupa y Di Nenno, que han visto mil veces las derrotas sufridas ante Coello y Tapia, que se han mortificado con tanta revisión, apostaron por jugar al choque, con los menos globos posibles, bolas al límite de la red, y paciencia, mucha paciencia. Así igualaron la desventaja ante los números uno, la pegada, aunque a la postre fue Di Nenno el más fiables en ese tiro como mejor jugador del encuentro. Un 4-6 inicial y con Coello en su casa, era una baza remota de la que intentar sacar renta, que el vallisoletano no fue el eficaz finalizador de tantos partido por la presión de hacerlo aún mejor ante su gente. Otra pareja hubiese dicho, pero siguieron igual, para hacer un 6-4, para remar en el tercero, llegar a la muerte súbita y ganar 7-6 (7-4 en el último juego).
Es el tercer torneo de WPT que se llevan los Superpibes, que venían de hacerlo en Toulouse, pero en sus torneos no habían estado por lesión Tapìa y Coello. Esta vez sí, con lo que su Master tiene un valor que les relanza (de ahí la emoción del frio Stupaczuk al final del choque) porque es la única pareja que ha sido capaz de ganarles: también lo hizo en la final del Major de Doha (Premier).