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BALONMANO PLAYA

Se acaba el verano en el que el balonmano se adueñó de la playa

Con seis grandes pruebas entre España y Portugal, ha movilizado a más de 3.000 jugadores distintos de 80 clubes que asumen los gastos, y sin premios económicos.

Final de fiesta en la playa de la Zenia.

En los noventa del siglo pasado se estableció una guerra directa entre el voleibol y el fútbol por ser el gran deporte de la playa en España, y algunos aficionados aún recuerdan como en Alicante se llegó una rivalidad tremenda entre JB (patrocinaba el Circuito de vóley playa) y DYC (pagaba el de fútbol playa). Coincidieron en tiempo y casi en espacio en la Playa de San Juan, y se utilizaron avionetas y bailarinas caribeñas para quitarse al público. Treinta años después el vóley playa languice aunque es olímpico y del fútbol playa hay pocas noticias, pero ha surguido el balonmano playa con una fuerza imparable para ganar un sitio propio y protagonismo en la arena.

Este año, por ejemplo, el balonmano playa en sus pruebas nacionales (y una en Nazaré, Portugal) ha movilizado a más de 3.000 jugadores distintos entre todas las categorías, de más de 80 clubes de toda España. Cinco fines de semana acaparando las playas (y abarrontándolas). “En esta competición no hay premios. Algunos clubes empiezan a tener patrocinadores, pero la mayoría compite porque le gusta, se lo pasa bien, y convive con sus amigos”, asegura José María Fernández, responsable en la Federación Española de esta disciplina y el hombre que ha apostado por dotarle a su deporte de una nueva dimensión.

De todas las pruebas la más señalada ha sido la de Playas de Orihuela, la penúltima del verano, con 1.500 jugores y 1.000 jugadoras, que para Óscar Miras, encargado de la organización, representó un reto: “Ocupamos prácticamente una playa entera menos las dos primeras líneas que eran para los bañistas, y montamos trece pistas con la central con una grada para más de 2.000 personas, como en todas las citas”. Es que, además, cada club monta su pequeño espacio en la playa, donde guarda sus mochilas: 128 sombrillas en la Playa de la Zenia, por ejemplo.

Jesús Ludeña, director general de la Federación Española, es consciente de la inversión en playa “y de que llega la hora de tener un patrocinador propio para esta competición, porque hasta ahora sale del balonmano en general”. Es consciemnte del interés que suscita para los ayuntamientos, porque “de viernes a domingo entre jugdores, entrenadores, árbitros, organización y acompañantes sobre todo, se movilizan directamemnente más de 8.000 personas”.

Además, se cuida la puesta en escena: todos los torneos tienen su pista central con gradas, zona vips, marcadores eléctrónicos, zonas de recuperación, médicos, fisioterapeutas,,,porque hay una idea de la Federación Europea e Internacional, que este deporte sea olimpico en breve, y ya prepara un torneo de exhibición para Paris 2024 pensando en Los Angeles 2028.