Respiro para el Barça en Polonia

Ganó el Barça en Polonia a un Wisla Plock al que se le había pintado de ogro, pero no era para tanto, incluso le faltaba algún jugador como el pivote asturiano Abel Serdio, que tampoco estuvo hace dos semanas con los Hispanos. Lo mejor para el Barça fue el resultado: 25-28 (11-15); no hay más que destacar en el conjunto español.

Carlos Ortega, que fue cocinero antes que fraile, debe saber bien que le ocurre a su plantel, en el que los extremos han perdido protagonismo y que en muchos momentos la primera línea recurre al talento individual para acabar las jugadas.

La temporada es larga, hay altibajos, y es posible que ahora se esté en uno de los picos desagradables. Sí, es posible, porque en el choque ante un equipo sin grandes estrellas nunca estuvo cómodo, y perdió más posesiones que el rival: que si pasos, que si pases al contrario, que si inventos por un mar de piernas y brazos que acababan en poder de los jugadores polacos.

Siempre mandó el Barça, casi siempre tuvo un colchón discreto para no sufrir, pero la diferencia es que ahora mismo no sentencia y da opciones al rival para que se crea que puede dar la sorpresa, como cuando Xavi Sabaté ordenó atacar con siete y sin portero a ocho minutos del límite, lo que permitió dos tantos cómodos del Barça (N´Guessan y Gonzalo Pérez). Tampoco fueron definitivos porque apareció el extremo Daszek y revitalizó a los suyos, aunque en la recta final Tin Lucin (8 goles) había perdido gas. Al Barça, al menos, siempre le queda el recurso Dika Mem (6 goles ayer).