BALONMANO | MUNDIAL JUVENIL FEMENINO
Primera final de las juveniles en un Mundial
La actuación de la portera Goundo Gassama completó la impecable defensa española ante Hungría. Dinamarca, el domingo, espera por el oro.
Llegaron a China discretas y sin mucho ruido, como campeonas de Europa de la EHF en 2023, la segunda división continental sin competir con las buenas de verdad, pero con el premio de la clasificación para el Mundial. No se daba ahora mucho por ellas, pero las chicas de Cristina Cabeza están en la final, que jugarán el domingo (12:00) frente a Dinamarca en Chuzhou. Lo hacen por la puerta grande porque las Guerreras forman la única selección invicta del campeonato tras derrotar hoy a Hungría, que también llegaba invicta: 19-16 (12-7).
La defensa española tiene la culpa del éxito, porque en la segunda parte, cuando se nubló la eficacia en el ataque de jugadoras como Belén Rodríguez, o Marta Regordán o Estitxu Rodríguez, se mantuvo la compostura gracia al 6-0, a las ayudas, a la colaboración entre todas a partir del eje que representa Kelly Fonken, y en última instancia a Goundo Gassama, que acabó el encuentro con 13 paradas de 27 lanzamientos, una eficacia cercana al 50 por ciento, y por eso la portera del Granollers se ganó el premio a la mejor del partido.
Hubo un detalle en el final de la primera parte que a la postre resultó fundamental para el desarrollo de la segunda parte: España, que mandaba con claridad, se vio recortada, como si Hungría entrase en racha. Con el tiempo acabado, golpe franco para las juveniles. Judith González a los nueve metros, y con un paso lateral y finta, gol para decirles a las magiares que no se veían abajo: 12-7.
Otro aspecto destacado, la defensa de anticipación sobre la lanzadora zurda Virag Fazekas, una de esas ametralladoras de la edad, pero que se quedó con 5 tantos (3 de penalti), de 14 lanzamientos. La buscaron sus compañeras pero Hungría no la encontró, sin la posibilidad de generar dudas con sus tiros, controlada por todas.
A seis minutos del límite se mantenía la diferencia del descanso (18-13), y aunque Hungría apostó por siete en ataque a la desesperada confiando también en la aportación de su portera Majoros, tampoco hubo opciones. Las de Cristina Cabezas, a muchas de las cuales llevó en 2023 a los Juegos del Mediterráneo, se las ingeniaron para, sin marcar goles, ganar el partido y asegurarse la primera medalla para España que nunca había estado en una final.