Los Hispanos virtualmente están en París

En una noche soberbia de Gonzalo Pérez, magnífica de Imanol Garciandia, grande de Ángel Fernández y excelente de todo el equipo, España barrió a Eslovenia por 32-22 (20-13) y aunque las matemáticas aún no le aseguran, virtualmente está en París salvo catástrofe ante Brasil mañana (perder por más de 18 tantos).

A Eslovenia se le tenía respeto, y los veteranos algo más: fue la selección que por un gol dejó a los Hispanos sin Juegos de Río. Lo que queda de la Vieja Guardia sabía que esta anoche jugaba por ellos, sí, y por sus compañeros, lo que se quedaron hundidos y cabizbajos en Suecia.

Eso, seguro, influyó en la fuerza con la que jugaron tipos en los cuarenta o casi, como Morros, como Antonio García, como Guardiola, como Cañellas. Como si hubiesen recuperado la intensidad de hace ocho años, sin guardarse nada, tirándose a por balones que se arrastran sin dueño por la pista.

Tardaron un poco en entrar en un partido en el que Eslovenia ya estaba incluso antes de empezar. Fueron unos minutos, los que tardó Gonzalo Pérez en iniciar su recital de paradas. Eso fue una inspiración para el resto, como los goles y defensa de Garciandia quizá en su mejor partido con España, o la calidad única de Ángel Fernández como finalizador en el día que su club francés comunicaba que no seguirá en la plantilla del Limoges la próxima temporada.

En la segunda mitad de la primera parte Eslovenia no interpretaba el partido, no sabía cómo o por dónde encontrar algún recoveco por donde amenazar. Imposible, porque la defensa en 6-0, con una movilidad extraordinaria, lo tapaba todo.

En la segunda parte, igual. Se rebajó un poco la intensidad, porque Ribera fue de los días que no contó con todos: Figueras actuó poco, y Casado ni saltó. Mañana hay otro partido donde se decide el billete, pero ni Brasil en este momento mete miedo, porque a lo sumo le valdría con ganar para acompañar a España.