Logroño patina y el Cuenca se estrena en Europa
Los conquenses pese a la victoria y los riojanos con su derrota ya no dependen de ellos para clasificarse entre los dos primeros de sus grupos.
La suerte dispar de los equipos españoles en la Liga Europea se repite una semana después, pero esta vez cambian los papeles: el Rebi Cuenca logra su primera victoria en la liguilla, frente al Valenje (28-27) tras remontar un mal inicio, y el Logroño patina tras cuatro victorias seguidas al caer en su pista ante el Vojvodina (29-32) en un choque decisivo en el que se echó en falta la baja de Urios. Ahora, los dos dependen de terceros para acabar entre los dos primeros de sus grupos.
La realidad es que el Logroño se encontró con el equipo rudo de la semana anterior, pero ahora multiplicada esa condición siguiendo el manual que parecía olvidado en las repisas de las bibliotecas deportivas. Esa máxima que explican los bardos de este deporte es que hay que ser contundente en las faltas desde el principio, porque si no te las pasan en ese momento, y te descalifican, no ocurre nada: según se sucedan los minutos el arbitraje se hará más permisivo y seguirás dando estopa. Esa es la cruda realidad de la derrota del equipo riojano, además de los muchos errores propios en los momentos más inoportunos, con decisiones arriesgadas que si salen bien te encumbran, y si salen mal te obligan a encerrarte en casa tres días sin que te vean en la calle. Por otra parte, jugar con pivotes a los que no ves en todo el encuentro porque los compañeros desconfían de ese pase (Modi y Ponciano) también fue la rémora todo el encuentro.
Por lo que respecta al Cuenca, a la desesperada, al fin, gana sus primeros puntos. Tuvo que remontar una pobre primera parte y ganar el choque con suspense. Es su primer triunfo, y aunque sus posibilidades son mínimas, sin duda es un espaldarazo moral.