BALONMANO | CAMPEONATO DE EUROPA
Las Guerreras aún tienen una última vida en el Europeo
España desaprovechó cuatro goles de ventaja a 10 minutos del final, en los que encajó un 1-6 de Polonia. Si ganan a Alemania mañana, pasan de ronda.
España sigue emborronando su marcha en este Europeo de Montenegro en Podgorica, con una derrota que no se esperaba cuando las Guerreras ganaban por cuatro goles en el minuto cincuenta (20-16). Por fortuna, el último tanto polaco llegó fuera de tiempo y se quedó en 21-22; ese detalle que parece menor podría ser definitivo porque por las cosas de las matemáticas, el miércoles (20:30, TDP) a las españolas les valdría con ganar por uno o dos goles a Alemania (más no interesa, porque una goleada echa a Alemania y mete a Polonia, si es que las polacas no ganan a Montenegro en el partido anterior al definitivo de españolas y germanas) para pasar de ronda y con dos puntos. Esto es lo que ocurre en los Europeos, que siempre hay un rayo de esperanza hasta el último minuto del último partido, aunque es posible que se haya sumado otra lesión, la de la portera Merche Castellanos, que abandonó en el minuto 55 (20-19): segunda baja en uno de los puestos más sensibles tras la de Silvia Navarro el sábado.
En este partido se puede decir que las Guerreras mejoraron algo de su mal debut ante Montenegro, que su defensa fue más intensa, que con la presencia de Lara González se gana resolución en el 6-0 donde impone con su físico y agresividad.
El problema es el ataque, que cuesta mucho trabajo marcar goles, que se mueve demasiado el balón sin generar desequilibrios, que se cae en exceso en el juego pasivo, y en el último instante hay que fiarlo todo a que Alexandrina Cabral marque desde nueve metros, y ante jugadoras de más de 1,80 metros, y que salen a cubrir espacios, resulta imposible.
Polonia, cuando se vio superada, apostó por atacar con siete renunciando a la portera, una estrategia que ha ensayado España sin ponerla en uso. Con siete atacantes las polacas remontaron tres goles en la primera parte para irse con empate al descanso.
La segunda mitad fue igualada, muy pareja, tanto que en minuto 45 (15-15) sólo se habían marcado tres tantos por bando.
Por un momento, con las paradas de Merche, España entró en un trance positivo para definir el triunfo (20-16), y ahí se acabó todo: pérdidas de balón, acciones precipitadas, decisiones incomprensibles, y las españolas se encontraron sometidas: marcaron un gol en diez minutos, y desaprovecharon el ataque para empatar a segundos del límite. Por fortuna para las nuestras el ataque polaco se rezago, no marcó, y lo que podría ser una noche de llantos, a lo mejor queda en una derrota intrascendente.