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Dinamarca
34
Francia
29
Finalizado

BALONMANO | CAMPEONATO MUNDIAL

Histórico tercer Mundial para Dinamarca

Derrotan a Francia, siempre a remolque, y los daneses se convierten en el primer país en enlazar tres títulos consecutivos

Dinamarca disfruta de un Mundial histórco.
Dinamarca disfruta de un Mundial histórco.Jessica GowEFE

Esta vez parecía que Dinamarca no llegaba como siempre. Se decía que había levantado el pie del acelerador, que cuando empató con Croacia había dado muestras de agotamiento, pero en la final en Estocolmo, tras haber derrotado a España el viernes, hoy ha hecho un trabajo excelente ante Francia en la final: 34-29. No sólo el resultado, sino la manera, con la que el equipo danés alarga su reinado: tres mundiales de manera consecutiva, lo que no se había logrado hasta ahora. Un récord sin precedentes.

Además, los daneses ganan presentando una nueva generación en escena. Mikkel Hansen no sostuvo a su equipo. No hizo falta. Hay otros que toman su lugar, y no se nota que no tenga la obligación del liderazgo. Ya se conocía que Gidsel (23 años, lateral zurdo) tenía pinta de estrella para la década, pero con él lleva otro talento extraordinario, Pytlick (22, diestro, lateral o central). Ellos tuvieron la ayuda de Lauge (31), que con apenas protagonismo en este Mundial, fue un coloso para los suyos. Landín, a su nivel en la portería, y cuando bajó su aportación apareció Moller, y volvió a subir la aportación.

Francia entró al partido a calentar, y Dinamarca a mil por hora. Esa fue la diferencia, porque tuvo que hacer un esfuerzo extraordinario para no salirse del encuentro, para equilibrar el choque al descanso, pero se veía que el campeón olímpico no estaba bien en el choque, sin la facilidad que siempre demuestra en los partidos.

Por eso Francia nunca tomó la delantera, y cuando necesitaba un respiro y bajaba la eficacia otra vez Dinamarca marcaba las distancias para completar 28 partidos sin perder desde 2017, 26 victorias y dos empates. Francia se entregó. Su lucha no obtenía resultados porque Dinamarca no bajó el ritmo, y era imposible echarle mano.