España cumple con la tradición de ganar a Alemania

La historia real no tiene nada que ver con la imaginaria, que señala a los alemanes como una especie de gigantes de músculos que destrozan a los nuestros. Pero la realidad es que España gana cuatro partidos de cada cinco con Alemania, y así el balance es ya de 36 triunfos por 9 derrotas. Y como tocaba ganar, el último ataque teutón, para empatar a tres segundos del límite, se fue al poste: 32-31, y primera victoria de los Hispanos en la Euro Cup 2024, una competición muy exclusiva.

Un triunfo ante Alemania, aunque sea tradición, siempre tiene mérito, si bien este grupo de Gislason está pensado para el Campeonato de Europa de 2024 y casi no tiene a ninguno de sus jugadores más reconocidos de los últimos años.

Ahora en Alemania manda Golla, el pivote en el que tiene puestos sus ojos el Barça. Jugó la hora entera, defensa y ataque, y es imprescindible por todo que hace: es la referencia ofensiva, y pone solidez al 6-0 defensivo, salvo que el rival no tenga un pivote fijo. Por eso Ribera utilizó a Figueras, tan móvil que surge desde cualquier parte, y si tiene pasadores como Álex Dujshebaev o Cañellas, que le ven antes incluso de que el catalán se mueva, pues se generan posiciones de gol.

Resultó un partido muy igualado, denso y lento en la primera parte, más acelerado en la segunda por parte de los dos equipos.

La defensa española está aún lejos del nivel que tiene que ofrecer en el Mundial. Un 6-0 (con alguna variante en el 5-1) que recibe 31 goles, 70 entre dos partidos es para cuestionarse qué hay que hacer. No se puede olvidar que no se ha tenido tiempo de un trabajo específico para el encuentro, pero tampoco los rivales, y si Hafner encuentra tantas facilidades para moverse por carriles libres para lanzar sin oposición, es dar muchas facilidades al rival.

Tampoco se puede negar que algunos jugadores no están al nivel que se espera que alcancen en breve. Por ejemplo, y sin señalar, Agustín Casado aparece a un nivel muy bajo para su calidad: cuando España atacó con siete, muy poco y para probar, el central perdió varios balones quizá por la falta de tacto con el balón.

Lo positivo fue que cuando Alemania logró escaparse por dos goles en la segunda mitad, el grupo reaccionó, dio la vuelta al marcador y tomó dos tantos de renta, que de no ser por la exclusión de Ariño (cortó el balón con el pie) hubiese sido suficiente para no contar con la ayuda del poste.