En las selecciones españolas el buen juego se mama en casa
De las actual campeona juvenil cinco componentes son hijos de jugadores profesionales; en la de 2012 ya había dos por lo menos.
El asturiano Alberto Suárez, que ha trabajado y ganado medallas de oro y plata con las selecciones españolas de formación, tiene claro que España tiene algo especial, que relaciona con el trabajo general de los entrenadores de todas las categorías para enseñar a los jugadores, que no destacan por su físico, pero son capaces siempre de competir. Entre conversaciones intrascendentes deparó en un detalle, en la cantidad de buenos jugadores que llegan al balonmano internacional español por influencia de la familia. “En la selección juvenil de 2012, la que ganó tres platas y un oro en cuatro años, estaban Álex Dujshebaev, que mira quién es el padre, y Aitor Ariño, hijo de un gran jugador del Barça”, eplica, que estuvieron a sus órdenes
Pues en la que acaba de ganar el oro en el Europeo juvenil, diez años despuès y también en Montenegro, aparecen cinco jugadores cuyos padres han sido protagonistas en el balonmano nacional: los gemelos Cikusa, nacidos en Gerona, cuyo padre, balcánico, pasó por varios equipos equipos españoles, y son un poco como los Guardiola, Gedeón e Isasías antes; Grau, cuyo padre fue una institución en la plantilla del Barça y luego estuvo en puestos de directivo azulgrana y de una candidatura olímpica; Barrufet, hijo de David, 280 veces internacional, uno de los porteros más grandes de la historia, actualmente director técnico del Dinamo de Bucarest; y Pîsonero, hijo del entrenador del Atlético de Valladolid, que también lo fue del Vardar, y es uno de los pivotes de referencia del balonmano nacional...
Pero no son los únicos casos. Por ejemplo, el hijo del engrenador Xavi Pascual (fue potero), Álex Pascual, pasó por las categorías inferiores de España, subió al primer equipo del Barça y ahora sigue con su padre en el Dinamo de Bucarest. Los hijos de Isidoro Martínez, nuevo seleccionador de Kuwait, y antes de Estados Unidos, y del Ademar y de la Federación Española, Isidoro y Antonio, también han pasado por las selecciones y juegan en la Liga Asobal.
Talan Dujshebaev no sólo aporta a un heredero, Álex, sino dos, porque Dani es uno de los jóvenes de referencia. Y otro exsoviético, como Oleg Kisselev, nos ha permitido tener como internacional y campeón del mundo a su hijo del mismo nombre, nacido en Santander como los Dujshebaev. En aquella selección júnior, campeona del mundo con Kisselev y Dani también estaba Chema Márquez, cuyo padre era lateral derecho y jugó en varios equipos de la Asobal.
“Creo que eso es bueno, porque los jugadores han tenido referencias del deporte profesional, les ayuda como modelo a imitar, y aportan conceptos deportivos básicos en los equipos en que están”, explica Suárez, estudioso del balonmano, que algún día desarrollará la idea para sus clases a los entrenadores.