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Magdeburg
30
Kielce
29
Finalizado

BALONMANO | FINAL CHAMPIONS LEAGUE

El Magdeburg estropea la fiesta de los Dujsheabev

En un final rocambolesco, con los árbitros inhibidos el equipo alemán derrota en la prórroga al Kielce polaco

Actualizado a
El Magdeburg decidió parar a Álex Dujshebaev como fuese.
El Magdeburg decidió parar a Álex Dujshebaev como fuese.THILO SCHMUELGENREUTERS

El Magdeburg alemán, a fin de cuentas campeón del Mundial de clubes las dos últimas temporadas, acabó por ganar la Champions League en su primera presencia en la Final Four, porque tiene dos títulos, pero que corresponden a la prehistoria de la EHF: hacía 20 años que no conquistaba el premio mayor de Europa, y nunca en el formato actual. Derrotó 30-29 al Kielce polaco en la prórroga tras el 26-26 de los sesenta minutos.

Es complicado con un resultado así saber si es justo o no el triunfo, pero la realidad es que en el tiempo extra los árbitros señalaron cosas tan raras que acabaron inhibieron por momentos, y tal vez el peor parado fue el Kielce, que a nueve segundos la penetración de Álex Dujshebaev para empatar, con Bejzak bloqueándole el tiro dentro del área, quedó en simple golpe franco, y eso que fueron al video para no se sabe qué.

Ahora bien, el mérito de los alemanes fue la constancia, porque cuando el Kielce parecía que rompía el encuentro con un espectacular Wolff en la portería, y Álex Dujsheabev llevando el parido donde necesitaba su equipo (sus ocho goles valen menos que sus asistencias en este choque), no perdieron la fe, aguantaron, y tuvieron en Kristjansson a su milagro particular: el central se lesionó contra el Barça, y el club anunció una recuperación larga, pero hoy estaba ahí, fresco como una lechuga para ganar la Champions y estropeando la fiesta de los Dujshebaev, que aún no han ganado algún título internacional juntos.

Mientras el Kielce jugaba sin exponer, el Magdeburg lo hacía a la carrera, y ese su mayor mérito, que el conjunto polaco nunca pudo enfriarle su ritmo de juego habitual, y a la postre, y tras remontar cuatro tantos, acabó ganando por la mínima, evitando los penaltis porque el Kielce no acertó en su último ataque. Por tanto, el nuevo campeón lo hace tras superar de manera sucesiva a los dos finalistas del año anterior, el Barça y el Kielce.